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Este es el Valle de la Muerte, el lugar más caluroso del planeta

El sitio con la temperatura ambiente más alta del mundo sí existe. Es un parque natural ubicado en el estado de California. Conozca la historia real detrás de este sitio y cómo visitarlo.

El Valle de la Muerte es el segundo parque nacional más grande de Estados Unidos. Foto vía Getty Images / Grant Faint

Las altas temperaturas son cada vez más frecuentes en distintos sitios del mundo. El calentamiento global y el fenómeno de El Niño, que se presentan durante temporadas más extendidas, son una preocupación evidente.

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Pero hay un sitio que experimenta temperaturas muy altas desde hace más de cien años. Tanto que, en 1913, según los registros, marcó una temperatura ambiente de 56 grados centígrados.

No en vano es conocido como el Valle de la Muerte. Aunque su nombre no se debe precisamente a la temperatura.

Está ubicado en el estado de California, en Estados Unidos. Y, aunque parezca extraño, muchas personas viajan a visitarlo y entran para disfrutar del paisaje e incomodarse un poco con el calor, cuando van de paso por Los Ángeles o Las Vegas.

Con el tiempo, el Valle de la Muerte se ha convertido en un famoso sitio turístico. Mientras en otros lugares la gente huye del calor y la sed, allí estas condiciones parecen ser un atractivo para los visitantes.

Puntos de referencia

No sería difícil pensar que el Valle de la Muerte (Death Valley en inglés) deba su nombre a las altas temperaturas del ambiente. Pero en realidad el origen parece ser una historia que se ha hecho bastante popular a través del tiempo.

El hoy Parque Nacional Natural Valle de la Muerte está ubicado en el estado de California. Sin embargo, alcanza a tocar sitios de tres estados más. Entre esos, Nevada. Por esta razón se suele confundir la ubicación exacta.

Su extensión territorial es de al menos cuatro mil kilómetros cuadrados. Y las altas temperaturas se deben a su altitud. El punto más bajo del parque se encuentra a 86 metros por debajo del nivel del mar.

Pero no solo la altitud es el motivo del calor en este sitio. Las cordilleras que recorren California de norte a sur y atraviesan el borde del parque, cortan las nubes y el viento que llegan desde la costa.

Las dimensiones de este atractivo turístico son tales que los pases de entrada tienen vigencia de siete días y dentro del parque hay hospedajes para aquellas ocasiones en las que un día no es suficiente para hacer el recorrido completo.

Dentro del Valle de la Muerte hay en total once puntos de especial interés para los turistas. Desde sedimentaciones de sal y miradores, hasta ruinas de antiguos poblados que hace más de cien años están vacíos, tras el fracaso de la extracción de minerales en esta región.

El Valle de la Muerte es el segundo parque natural más grande de Estados Unidos. Superado solo por el Parque Yellowstone, que está ubicado entre los estados de Wyoming, Idaho y Montana.

El origen de la historia

El Valle de la Muerte está inmerso dentro del enorme desierto de Mojave. Ocupa una porción importante de su zona norte. En tiempos pasados, esta región estaba poblada por los indígenas timbisha shoshone.

Los colonos europeos que migraban hacia el norte de América cruzando por esta zona, descubrieron un sitio del que quedaron encantados. Las condiciones del lugar, según expertos, eran distintas.

Luego, en 1849, se descubrieron una serie de yacimientos de oro, que atrajeron a muchos colonos más. Llegaban hasta allí aun desconociendo los caminos. En esa travesía, muchos perdieron la vida.

Tal fue el caso de un grupo de colonos que en 1846 intentaron diezmar las características del sitio. Su historia se hizo tan importante para la construcción de la identidad de este lugar, que los protagonistas aún son recordados: el Grupo Donner.

Los viajeros quedaron atrapados entre la nieve, luego de tomar un atajo que los llevó por un camino distinto al del hoy conocido Valle de la Muerte.

Pero en 1849, un grupo de personas dirigidas por el soldado Jefferson Hunt se adentró en el camino del valle. Avanzaban a paso lento y una parte del grupo temía que la nieve del invierno los atrapara en medio de la nada.

Hunt intentó un posible atajo, de solo explorarlo llegó rendido. Entonces decidió seguir por la ruta de siempre conocida como el Viejo Camino Español.

Sin embargo, algunos de los viajeros decidieron tomar una ruta que les ahorraría al menos 800 kilómetros de distancia.

No sabían que al hacerlo se adentraban al corazón del desierto de Mojave, donde el agua era escasa, la vegetación mínima y las posibilidades de avanzar se agotaban.

En diciembre de 1849, los viajeros estaban inmersos en el centro del valle. Tuvieron que sacrificar hasta sus bueyes para alimentarse. Finalmente, un indígena de la región los halló y los acompañó por la ruta real, hasta un lugar seguro.

Llegó el invierno y el grupo se seguía desintegrando. Algunos, antes de las épocas frías, se alejaron de los demás y murieron en caminos desconocidos. Los últimos, en su mayoría mujeres y niños, fueron rescatados al final del invierno.

Dos jóvenes que hacían un viaje para buscar provisiones los hallaron. Conocían el camino y los llevaron hasta estar a salvo.

Al salir de la frontera del valle, uno de los viajeros lanzó un grito que se convertiría en el mito, la historia y el nombre de este lugar: “adiós, valle de la muerte”.

Su voz en el silencio, según historiadores, bautizó este lugar que parece sacado de la imaginación. Cuatro meses aproximadamente tardaron buscando el camino para llegar a California.

Viaje al Valle de la Muerte

En la actualidad, el sitio es un tanto distinto. Si bien su nombre parece tener origen en la historia narrada, muchos lo asocian también con las altas temperaturas que allí se experimentan. Cosa que no es impedimento para que muchos quieran viajar a visitarlo.

Por esa razón, estas son algunas cosas que debe tener en cuenta si desea viajar al Valle de la Muerte:

  • El ingreso cuesta 30 dólares por vehículo y el pase tiene validez por una semana. Así, podrá tomar el tiempo necesario para hacer el recorrido completo.
  • Existe una segunda posibilidad llamada Annual Pass. Tiene un costo de 80 dólares y con él podrá visitar todos los parques nacionales de Estados Unidos.
  • Tener en cuenta las medidas de protección básicas, como uso de ropa que cubra las partes sensibles del cuerpo, como los brazos y los hombros, uso de gafas de sol, aplicación de bloqueador solar y llevar abundante agua parta para el consumo.
  • Tenga cuidado al caminar, en caso de salirse de los senderos de turistas. Esta región desértica es también el hogar de especies peligrosas como la serpiente real de cuello anillado.
  • Evite visitar el parque en la temporada de verano. Si normalmente el Valle de la Muerte es sofocante, durante esta temporada del año las temperaturas aumentan de forma exponencial.
  • Dos épocas del año recomendadas para viajar a este sitio la primavera y el otoño, por la caída leve en las temperaturas y la posibilidad de algo de viento.
  • Tampoco se recomienda visitar el parque en temporada de invierno, pues los días suelen ser más cortos y las noches más largas. De esta forma será difícil que pueda hacer los recorridos completos.
  • Si bien dentro del parque y el desierto de Mojave hay hoteles, estos suelen ser costosos. Una recomendación para viajar y ahorrar gastos es hospedarse en las poblaciones cercanas al parque.
  • Si viaja desde Los Ángeles, el recorrido hasta el Valle de la Muerte le tomará alrededor de cinco horas. Suele ser más viable viajar desde Las Vegas o Yosemit, pues en solo dos horas estará en su destino.
  • Las carreteras dentro del Valle de la Muerte son pavimentadas en su mayoría. En caso tener algún percance con su vehículo, no lo deje abandonado ni se aleje. Este desierto es bastante concurrido y pronto pasará algún grupo de turistas que podrá ayudarle.

Si bien el Valle de la Muerte parece salido de la ficción y en torno a su nombre se puede encontrar una nutrida lista de orígenes e historias, las características del sitio son una realidad contundente.

Cada año el Valle de la Muerte solo logra acumular cinco centímetros cúbicos de agua. Con esa mínima cantidad, la vida es difícil de sortear allí. Pero no evita que sea un sitio que atrae cada vez a más turistas.