Tunja

Así funciona el proyecto comunitario de medicina familiar de la UPTC en Tunja

La iniciativa comenzó en el 2018 y va mucho más allá de los servicios sanitarios

Medicina familiar en Tunja

Medicina familiar en Tunja

Tunja

A propósito del debate a la Reforma a la Salud que se adelanta en el Congreso y en escenarios académicos del país, en Caracol Radio hablamos con la profesora, Ángela María Guerra sobre un proyecto de comunitario de medicina familiar que se adelante en el barrio Patriotas de Tunja.

“Es un proyecto que venimos desarrollando desde el 2018, un esfuerzo de la escuela de Medicina y la Especialización en Medicina Familiar de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia que nos ha llevado a pensar la salud más allá de los servicios sanitarios”, aseguró la docente.

Dijo que, “buscamos promover esfuerzos participativos y territoriales que nos permita a las personas, a los vecinos trabajar colectivamente por la salud”.

Recordó la profesora que, “el proyecto arranca justo con el inicio de la Especialidad en Medicina Familiar de la UPTC, donde se busca de manera  articulada con las autoridades, la Universidad, la alcaldía y la secretaría de protección social de Tunja, generar un nicho de trabajo para las prácticas de proyecto comunitario de la especialidad en medicina familiar”.

Se busca ir más allá de la mera atención de una dolencia. “Nosotros tratamos de ver la salud en sentido amplio, generalmente se le asocia a la atención médica, atención hospitalaria y nuestra propuesta tiene que ver con salir a los espacios territoriales y ver, entender, comprender y abordar cuáles son las condiciones de vida cotidiana que viven los diferentes grupos sociales”.

“Hay que generar espacios de trabajo colectivo, familiar e individual que permitan de manera organizada, autogestionada dar respuesta a esas necesidades que hay en la vida cotidiana de la gente”, reiteró la docente de la UPTC.

Qué es lo que hacen

Uno de los puntos de partida de nosotros, contó la profesora, Ángela María Guerra, “es el autodiagnóstico comunitario en donde las propias personas con un apoyo metodológico de parte del equipo de residentes pueden definir cuáles son sus necesidades, fortalezas y a partid de esa identificación dinamizar procesos que den respuesta a sus prioridades”.

Dijo que, “estamos haciendo un autodiagnóstico de largo aliento donde se han identificado varias inequidades en salud, resultados que son injustos porque son evitables, como el hambre y la malnutrición, malestares cotidianos como la soledad no deseada, de la fragmentación y la desconfianza que a veces por las mismas circunstancias del día a día se incrementan dentro del territorios altamente fragilizados, las violencias de género, la sobrecarga de trabajo del hogar para las mujeres y sin duda en espacios donde hay dificultad para acceder al sistema sanitario, la agudización de enfermedades crónicas no transmisibles”.

Tratamos de ver todo esto con un enfoque de género, de entender cuáles son las procedencias de las personas, cuál es su clase, su edad, y generar de manera participativa desde sus intereses, estrategias que les permitan darle respuesta a estas necesidades en salud.

Cinco años de esfuerzos y la importancia del vecindario

Ha sido un esfuerzo enorme de todos, especialmente de los vecinos, los referentes de territorio, la secretaría de Protección Social, la organización Cine Club Laberinto, el consultorio jurídico de la UPTC, y un montón de personas que han ido sumando esfuerzos para poder trabajar más o menos seis líneas operativas que son las que nos permiten dar respuesta a estas necesidades.

Esta es tal vez una de las más importantes para la profesora. La “abogacía para la salud”, hemos abordado la idea de la salud como la “necesidad de que los derechos se cumplan en los territorios y en la vida cotidiana de las personas, un elemento fundamental es poder abogar institucionalmente por el cumplimiento de esos derechos.

La importancia de las redes. “Otro elemento fundamental es la generación de una red de iniciativas de autonomías alimentarias en un territorio donde muchas veces se pasa necesidad en términos de hambre y resultados negativos en salud como las diferentes etapas de malnutrición, esta red nos ha permitido  consolidar una “juntanza de saberes”, de prácticas en el territorio que van desde conocimientos sobre huertas, cuidado de cultivos, de animales lo que permite que colectivamente demos respuesta a las necesidades alimentarias dentro del territorio.

“Hemos tenido la posibilidad de generar redes comunitarias para la salud, a través de identificar “activos para la salud”, es decir no ver el vaso solo medio vacío, sino también medio lleno, pues hay muchas potencialidades dentro del territorio”, recordó la profesora de la UPTC.

Crear redes de comunicación comunitaria, poder trabajar  también alrededor de espacios de encuentro y participación para dejar los malestares de la vida cotidiana, gracias a la experiencia del cine comunitario hemos podido identificar de manera colectiva y dialogada discutir cuáles son las raíces de los sufrimientos mentales que hay en el territorio.

También tenemos el abordaje del cuidado familiar integral donde el equipo de residentes y acompañadas de los internos de medicina le hace seguimiento a las familias y permite articular todo. Si encuentro que hay un sufrimiento mental

Finalmente dijo que, “es tratar de generar no solo el consejo que a veces es muy importante pero se queda corto, necesitamos generar formas concretas de respuesta a las necesidades de las personas de tal manera que podamos influir en esas condiciones de vida cotidiana       que afectan la salud y que técnicamente es lo que llamamos, “determinantes sociales de la salud”.

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