Esposa de Matador: “Se equivocó, pero él rectificó su error y lo superamos como familia”

En diálogo con 6AM Hoy por Hoy, Alejandra María Valencia, esposa de Julio César González Quiceno, más conocido como Matador, se refirió al caso de violencia intrafamiliar que sufrió en el 2013 por parte del caricaturista y que recientemente le ocasionó su salida del periódico El Tiempo.

Luego de que el abogado Abelardo De La Espriella, hiciera público un caso de violencia de Matador en contra de su actual esposa, el caricaturista aseguró que esto fue un hecho del pasado y que incluso, estuvo detenido.

María Valencia señaló que de ninguna manera justifica el compartimiento de Matador hace 10 años y que si tuviera que denunciarlo otra vez, lo haría de nuevo. Según explicó, este episodio de su vida se dio cuando Matador atravesaba una adicción al alcohol.

Que una situación tan íntima se haya expuesto de esta manera fue un golpe duro para Valencia, pues contó que decidió acudir a la Fiscalía pensando que le iban a proteger sus derechos y su posición como víctima: “Qué desilusión porque es que yo no me fui ni para la esquina de mi casa a contar el chisme a la señora de las arepas, con el fin de salvaguárdeme yo y la imagen de Julio, que en este momento era diferente por su posición ante el país, hice como creí el debido proceso”.

Valencia además aseguró que no fue consultada sobre la revelación de este caso, ni por la entidad, ni por parte del abogado De La Espriella: “Cuando te das cuenta que los intereses de cualquier mal intencionado priman por encima de la justicia, es peor aún”.

El daño a la familia de Matador

La esposa del caricaturista manifestó que para los hijos del caricaturista este hecho también ha sido un golpe duro, ya que tampoco sabían de lo ocurrido: “Sara es la hija del primer matrimonio Julio César, es una niña de 22 años que está a la mitad de su carrera profesional, ella no sabía y eso desdibujó la imagen de su papá porque como mujer nadie quiere ser violentada y maltratada, ella es una niña que repudia este tipo de actos, entonces para ella ha sido un choque brutal”.

En cuanto a su hijo menor, Mateo, explicó que ha sido difícil tener que explicarle a un niño de ocho años lo que hizo su papá porque en el colegio y en las redes se viralizó este caso: “Al niño lo sentamos, le explicamos con todo el amor todo, él quiso escuchar el audio, quiso ver quien era la persona que estaba publicando el audio y él solito me decía, mamá pero por qué a nosotros, mi papá a usted no la maltrata, no le hace daño, o sea, en medio de su cabecita él se hace una cantidad de conjeturas y de preguntas. El niño está con psicólogo en el colegio porque el niño llora y eso es lo que a mí me duele porque dañaron mi familia”.

Valencia agregó en su trabajo donde lleva más de 26 años y que lo describió como su segundo hogar, tampoco sabían de este episodio privado de su vida. Tal como expresó, esta situación se dio una sola vez y tomó la decisión de perdonarlo porque nadie está libre de errores. Además, dijo que con esto, la vida le dio a Matador una segunda oportunidad para dejar el alcohol y después, llegó a sus vidas su hijo Mateo: “Julio César se equivocó pero finamente el rectifico su error”.

Salida de El Tiempo

Sobre su despido del periódico El Tiempo, Valencia dijo que Matador ha sido una persona incondicional con su trabajo: “Muchas veces teníamos planes los fines de semana, lo llamaban de El Tiempo y decía que primero El Tiempo”. De acuerdo con la explicación que dio Valencia, Matador iba a renunciar pero le dijeron que no se fuera y luego, se enteró de su despido por un comunicado publicado por redes sociales.

“Ni siquiera el director de El Tiempo lo llama a preguntarle cómo se siente, qué fue lo que pasó. Qué triste porque Julio César ama su trabajo, ama lo que es, hacer lo que hace y ama contarle a las personas por medio de sus matachos todo lo que pasa en este país”, señaló.

La esposa de Matador finalizó con un mensaje para el abogado De La Espriella: “Hoy yo lo presento ante el tribunal del justo juez y le deseo con todo el corazón y con todas las fuerzas de mi alma que Dios, la vida y el universo le devuelven en consecuencia de sus actos porque usted hoy, abusando de su posición, pasa por encima de la justicia y de cualquiera que se le atraviesa, pero la justicia divina no se compra ni se vende con todo el dinero que usted pueda tener”.