El sencillo truco para secar la ropa de forma mágica y sin secadora

Uno de los electrodomésticos que sin duda alguna no puede faltar en el hogar y es esencial para facilitar la vida, es la lavadora. Para darle un buen uso no es necesario entender todo sobre ella (sus partes y piezas), lo único que necesita conocer son los diferentes ciclos y programas que va a usar. De esa forma, podrá darle a su ropa un mejor cuidado, además de ahorrar en recursos como agua y energía.

Existen algunos trucos caseros que pueden llegar a conseguir resultados que van más allá de las prestaciones originales de una lavadora, por ejemplo secar la ropa.

Pese a que los aparatos más modernos ya cuentan con programas de secado integrados, una gran mayoría no disponen de esta opción, por lo que se necesita una secadora o tender las prendas, para que estas pierdan humedad.

No obstante, usando solo una toalla, que recubra el tambor por dentro podrá tener unos resultados óptimos.

Una vez colocada la toalla, se introduce la ropa y se centrifuga a máxima potencia, lo cual dará lugar a que se absorba gran parte del agua. Aunque las prendas no saldrán completamente secas, solamente presentarán algo de humedad en su tejido, haciendo que terminar de secarlas resulte mucho más fácil, además esta opción hará que la ropa no se arrugue demasiado y se mantenga como nueva durante más tiempo.

Características y tipos de velocidades en el centrifugado

El centrifugado en la lavadora es una operación que reduce el 50% de la humedad de las prendas de ropa. La velocidad que toma una lavadora se mide en revoluciones por minuto (rpm), es decir, el número máximo de vueltas que puede dar el motor por minuto.

Existen lavadoras de 600 rpm las cuales dejan el 80% de la humedad en la ropa. Por otra parte, las lavadoras de 800 rpm, dejan un 60% aproximadamente y en tercer lugar, lavadoras de 1400 rpm podríamos decir que absorbería más de la mitad de la humedad en prendas de ropa.

Por lo tanto, queda reflejado que cuanto mayor sea la velocidad centrifugado de la lavadora, mayor será la fuerza centrífuga.

¿Cómo funciona el centrifugado?

Las lavadoras aprovechan las leyes de la física para hacer que la ropa pierda humedad tras el lavado. Una vez terminado el último aclarado, el motor comienza a girar rápidamente generando una fuerza centrífuga que hace que el agua salga despedida hacia la pared del tambor, que la absorbe.

En definitiva, durante el centrifugado el agua se separa de las prendas. Dependiendo de la velocidad a la que gire el tambor, la ropa saldrá más o menos húmeda de la lavadora.