Primer ejemplar de lobo salvaje ártico clonado por China
La especie de lobo salvaje ártico se encuentra en amenazada, una empresa de biotecnología china pudo clonar a su primer ejemplar
Primer ejemplar de lobo salvaje ártico clonado por China / bjmc
La compañía Sinogene Biotechnology anunció, después de dos años de investigaciones, que el ejemplar clonado de la especie lleva 100 días de vida y se le ha bautizado como Maya. Según los científicos, el animal se encuentra en óptimas condiciones de salud en uno de sus laboratorios en la provincia de Jiangsu, al este de China.
Según lo reporto el portal informativo de DW, la célula donante fue extraída de la piel de una hembra de lobo ártico de procedencia canadiense y el ovocito era de una hembra canina de la que no se conoce su especie, mientras que la gestación fue por parte de una hembra canina de raza Beagle.
El subdirector de Sinogene, Zhao Jianping, explicó que se implantaron 85 embriones en siete úteros y aclaró que la raza de perro fue elegida debido a sus similitudes genéticas. Este sería el primer caso de clonación de un lobo ártico en el mundo, así lo señaló el director de la empresa, Mi Jidong, para el diario Global Times.
Según los científicos, este podría abrir las puestas hacia la clonación de animales en peligro de extinción. Por ahora, Maya se trasladará al parque temático de Harbon Polarland, en provincia de Heilongjiang.
Frente a este caso, el científico, Sun Quanhui adscrito a la Organización Mundial de Protección de los Animales, dijo a Global Times que faltan por investigarse los temas concernientes a la salud y los riegos que presenten los animales clonados.
La clonación es uno de los temas más debatidos por la comunidad científica, puesto que aún no se tienen regulados los alcances en materia de investigación a los que se deben ceñir los investigadores. Cabe recordar que en el 2019 un científico chino, He Jiankui, fue llevado a prisión luego de afirmar que había creado a los primeros bebés modificados genéticamente para ser resistentes al VIH.
Por ahora, el gobierno chino exige una autorización previa para que los laboratorios puedan llevar a cabo investigaciones sobre este campo con humanos y también en otras “tecnologías biomédicas de alto riesgo”.
