¿Colombia puede llenar el vacío que dejan Rusia y Ucrania en los mercados?
Colombia sería el país con menos acuerdos con potencias para suplir la falta de productos rusos y ucranianos por falta de infraestructura competitiva.
La ausencia de Rusia y Ucrania como proveedores energéticos y alimentarios en los mercados del mundo han resultado en la inestabilidad en los precios de distintos productos. Ante esta crisis, algunas potencias del mundo han optado por buscar abastecerse con naciones de América Latina.
Tras revisar la información de producción en Colombia y consultar analistas se puede concluir que Colombia no está en capacidad de llenar parte del vacío que dejan Rusia y Ucrania en la producción y venta de materias primas, alimentación y energía.
Según el DANE, Colombia principalmente exporta a Rusia y a Ucrania café, carne, frutas y carbón. Dado el contexto de guerra, se puede pensar que lo que no se envíe a esos países puede redireccionarse a otras naciones, sin embargo, no es así dado que otras naciones de la región producen los mismos productos, más y mejor.
Adicionalmente no habría muchos productos que redistribuir considerando que, según datos de la Asobancaria, durante el 2021 las exportaciones de Colombia a Rusia, Ucrania y Bielorrusia fueron de solo el 0,42% del total de envíos de productos al exterior.
Lo que dicen los analistas
Mario Urueña, Politólogo, Profesor de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Doctor en Derecho, Magíster en Geopolítica y experto en temas de seguridad y conflictos, explicó que en la producción alimentaria hay otros países en la región con mayores posibilidades de llamar el interés de las potencias.
“Brasil podría aumentar su participación en la producción de fertilizantes porque está entre los 10 mayores productores, México que está entre 25 mayores, podría aumentar fuertemente su participación en este en este mercado (...) en el tema de los cereales, tal vez países como Argentina, que es un gran productor, podrían tener una participación también importante y en aumento”, dijo Urueña.
En cuanto a asuntos energéticos, Urueña agrega que el país más beneficiado por exportar petróleo en la región sería Venezuela considerando la apertura que ha tenido EE.UU. con el régimen de Nicolás Maduro y Colombia tendría un beneficio “más modesto”.
David Pérez Reyna, profesor asociado de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes con doctorado en economía en la Universidad de Minnesota, resalta que, si las potencias de occidente no compraban productos de Colombia antes, la situación de guerra no causaría un cambio en esta postura.
“Lo que sí puede pasar es que de alguna manera las cadenas globales empiecen a cambiar un poco, por ejemplo, desde que empezó la pandemia se ha hablado mucho de cómo es importante que las cadenas de suministro globales no dependan solamente de un proveedor (...) En ese sentido, el conflicto de Ucrania puede hacer que ese diversifique ciertas cadenas de suministros”, explicó Pérez Reyna.
Sobre la producción nacional, Pérez reconoce que Colombia tiene “una ventaja comparativa importante en productos agrícolas y eso puede ser bastante llamativo para Europa, Canadá, Estados Unidos” pero resalta que la demanda de este tipo de productos “no va a cambiar por el conflicto que está pasando en Ucrania. Entonces (…) si nos vendía lo suficiente antes, no creo que esa cantidad vaya a cambiar”.
El problema de la falta de industria competitiva
Mario Urueña asegura que Colombia no estaría en la lista de prioridades de las potencias para suplir “esa falta de insumos, puesto que evidentemente Colombia no es un gran productor, ni de fertilizantes ni de cereales, pese a que tiene un sector energético importante pues no se convierte tampoco en los países de mayor producción”.
Con esto coincide David Pérez, quien explica que EE.UU. o naciones europeas no tendrían en mente aumentar sus planes comerciales con Colombia dado que el país “no tiene capacidad para producir muchos de estos insumos y porque además no creo que sea este el interés de esos países compensar con Colombia lo que no pueden conseguir con los otros lados”.
Urueña también rescata que la necesidad desenfrenada de productos energéticos, incluso contaminantes como el carbón, podrían ayudar a que la industria colombiana sea tenida en cuenta y lograr el envío de materiales como carbón u oro.
Si bien las potencias pueden llegar a acuerdos de abastecimiento con países de América Latina y esos tratos de importación se mantendrían luego del fin de la guerra, entre estos acuerdos comerciales, Colombia no sería una de las más beneficiadas.