HRW denuncia un “patrón de dispersión arbitraria en las manifestaciones”
La ONG recopiló cifras en medio de las manifestaciones que indican un uso desmedido de la fuerza por parte de las autoridades.
Director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco. / Getty Images
En un informe publicado por la organización defensora de derechos humanos, Human Rights Watch, denuncian un patrón de “dispersión arbitraria de protestas pacíficas y el uso excesivo de la fuerza” por parte del Gobierno Colombiano en medio de las protestas por el paro Nacional que se lleva a cabo desde el pasado 28 de abril.
Según la información recopilada por HRW, sus relatores han recibido denuncias creíbles sobre 68 muertes ocurridas desde el comienzo de las manifestaciones. Así mismo denuncian que se tienen evidencias creíbles que indican que “la policía mató al menos a 16 manifestantes o transeúntes con municiones letales disparadas con armas de fuego”.
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A estas cifras de abuso policial se suman 1.100 manifestantes y transeúntes que han sufrido lesiones, nueve casos de personas con lesiones oculares graves (de las cuales siete probablemente perderán la visión en un ojo), múltiples casos de detenciones arbitrarias y dos casos de violencia sexual por parte de cuerpos de la fuerza pública contra manifestantes.
También destaca la cifra de las 17 golpizas violentas cometidas por la policía, partiendo del ejemplo de una de las víctimas, Elvis Vivas, de 24 años, quien habría muerto en un hospital de recibir una golpiza por parte de la fuerza pública.
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En el informe, el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, muestra su profunda preocupación por las personas desaparecidas en medio de las protestas, las cuales, según las cifras que manejan, serían al menos 419 personas.
No obstante, el informe recoge las agresiones a la Policía Nacional por parte de los manifestantes; un total de 1.200 policías habrían sido lesionados, al menos 192 de gravedad, de los cuales siete han sido hospitalizados y dos han muerto.
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De igual forma reconoce que los bloqueos a las vías de forma arbitraria por parte de los manifestantes son “absolutamente injustificables”, pero que no pueden ser un pretexto para el uso desmedido de la fuerza pública.