Internacional

Argentina

Habló otra víctima del comerciante argentino denunciado por abuso sexual

La joven trabajó durante una semana en el negocio del hombre y fue despedida luego de negarse a salir con él

Miles de personas se movilizaron en Buenos Aires para exigir justicia y cárcel para el agresor

Miles de personas se movilizaron en Buenos Aires para exigir justicia y cárcel para el agresor(Getty Images)

Ante la solidaridad de cientos de personas en Argentina que recibió la joven de 18 años víctima de abuso sexual por parte de Irineo Garzón Martínez, otras mujeres contaron situaciones similares con este hombre que tiene un negocio de venta de uniformes médicos en la capital argentina.

Una de ellas es Mailén, quien trabajó una semana con Garzón Martínez y contó que la despidió por negarse a salir con él y que, además, la llevaba a espacios alejados para hablar de temas privados o invitarla a salir.

En entrevista para el medio local El Trece, Mailén sostuvo que al contar su historia a través de redes sociales, muchas mujeres no solo mostraron su apoyo, sino también contaron hechos similares.

“A mitad de semana me sentía incómoda. Yo justo estaba acompañada por la chica que trabajaba antes, porque había cosas que él no sabía explicarme y creo que eso hizo que no se diera lugar a otra cosa. Pero así y todo, cuando la chica estaba abajo él me llamaba para que fuera arriba, donde confecciona y en vez de preguntarme cosas de trabajo me preguntaba algo privado o me invitaba a salir. Uno cuando está ahí no sabe qué hacer o cómo reaccionar”, dijo la joven.

“Un día se puso borracho. Me insistió con esto de salir, yo le dije que no y él me dijo que entonces no íbamos a poder seguir nuestra relación laboral y me despidió. Cuando fui a buscar mi remuneración, incluso quiso convencerme para que volviera a trabajar en el lugar y yo, después de todo lo que había pasado y de haber hablado con mi familia, me negué”, añadió.

Mailén le pidió a su padre que la acompañara a buscar el dinero que Garzón Martínez le debía y allí el hombre continuó con la presión: “Me llevó a un depósito para evitar ver a mi papá y me decía que me tenía que quedar porque iba a crecer ahí. Yo le dije que se había zarpado cuando me invitó a salir y él me dijo que yo había entendido mal las cosas”.

En el siguiente empleo que consiguió, Mailén conoció a otra joven quien le contó que no quiso trabajar en el local de Garzón Martínez por lo incómoda que fue la entrevista. Ante la controversia y a petición de los abogados defensores, la jueza procesó al agresor por un delito más grave: abuso sexual agravado con acceso carnal que prevé una pena de 8 a 20 años.

Mañana habrá nuevas movilizaciones en Buenos Aires para exigir justicia y la cárcel para el agresor.

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