<span>Una crisis política, sin precedentes en las últimas décadas, estalló este lunes en Perú después de que el presidente <strong>Martín Vizcarra disolviera constitucionalmente el Congreso y una facción de éste, en rebeldía, votara su "suspensión"</strong> y nombrara a la vicepresidenta Mercedes Aráoz.</span><span>La larga, tensa y convulsa jornada que vivió el país ha dejado un montón de heridas políticas abiertas por resolver, una gran incertidumbre sobre qué va a pasar en el futuro inmediato y <strong>pocas certezas sobre la situación legal y las consecuencias políticas de muchas de las decisiones que se tomaron.</strong></span><span>Solo quedó clara y patente <strong>la alegría y la sensación de alivio</strong> que la gran mayoría población peruana expresó espontáneamente en las calles después de que el presidente anunciara la disolución del Congreso, <strong>un organismo cuyos representantes son odiados y despreciados a partes iguales por la mayoría de la población.</strong></span>Vizcarra disolvió el Congreso y convocó <strong>elecciones legislativas para el próximo 26</strong> <strong>de enero</strong> aplicando una norma constitucional que le habilitaba a disolver la cámara si ésta le <strong>negaba un cuestión de confianza</strong> al gabinete presidido por Salvador del Solar.<em><strong>Vea también: <a href="http://caracol.com.co/radio/2019/10/01/internacional/1569924658_910747.html" target="_blank">Nuevos enfrentamientos en Hong Kong en protestas no autorizadas</a></strong></em>El presidente se pronunció así después de que el Congreso procediera a elegir un magistrado para el Tribunal Constitucional pese a que la moción de confianza estaba expresamente vinculada a ese <strong>proceso de elección de jueces</strong>, muy cuestionada por las formas y los plazos que se emplearon en su tramitación.Para el presidente, los congresistas <strong>negaron en los hechos con este acto el pedido de confianza,</strong> pese a que luego dieran formalmente en otro trámite parlamentario su respaldo a la propuesta gubernamental.<strong>El Congreso, dominado por el fujimorismo</strong> y sus aliados de derecha y extrema derecha, respondió en rebeldía y<strong> acusó al mandatario de violar la Constitución</strong> por haber disuelto indebidamente la cámara.<em><strong>Lea también: <a href="http://caracol.com.co/radio/2019/10/01/economia/1569940061_960877.html" target="_blank">Dólar en Colombia a un paso de los $3.500</a></strong></em><strong>Con la ausencia de casi cincuenta diputados que aceptaron la disolución</strong>, la facción restante votó una resolución para <strong>"suspender"</strong> por "incapacidad moral" <strong>a Vizcarra</strong> y nombraron en su lugar a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como "presidenta en funciones".Esta crisis es el punto álgido de un conflicto abierto entre el Gobierno y el Congreso <strong>desde las elecciones generales de 2016</strong>, que dejaron un parlamento dominado con abrumadora mayoría por el <strong>partido fujimorista</strong> Fuerza Popular y la Presidencia en manos de Pedro Pablo Kuczynski.<strong>Fuerza Popular</strong> utilizó su poder en la cámara para presionar al Gobierno y para <strong>intentar "gobernar desde el Legislativo"</strong>, lo que suscitó el rechazo de la población.<span>El <strong>escándalo de corrupción de la constructora Odebrecht</strong> en el país terminó por costarle el cargo a Kuczynski y llevó a la <strong>asunción de su vicepresidente Vizcarr</strong>a, quien encaró el cargo con <strong>la misión de enfrentar la corrupción</strong> que afecta gravemente a todo el país. </span><em><strong>Le podría interesar: <a href="http://caracol.com.co/radio/2019/10/01/internacional/1569907499_704994.html" target="_blank">Australia confirma presiones de Trump para desacreditar trama rusa</a></strong></em><span>Para solucionar el bloqueo político, Vizcarra propuso en julio un <strong>adelanto electoral</strong> para renovar tanto la presidencia como el Congreso, propuesta que sin embargo fue <strong>archivada sin debate</strong> por la Comisión de Constitución del Parlamento, ampliamente dominada por los fujimoristas.</span><span>De forma simultánea, los congresistas opositores <strong>iniciaron un procedimiento exprés y poco transparente para renovar a los magistrados</strong> del Tribunal Constitucional. </span><span>La cuestión de confianza que planteó Vizcarra y que se debatió hoy era precisamente para evitar esa maniobra.</span>La incertidumbre es muy amplia. Ninguna de las partes reconoce a la otra y todo parece indicar que terminará en las manos Tribunal Constitucional, que tendrá que dilucidar en último término <strong>si Vizcarra hizo bien en interpretar como denegado el pedido de confianza</strong> dadas las acciones tomadas por el Congreso.<em><strong>Lea también: <a href="http://caracol.com.co/radio/2019/10/01/internacional/1569898492_315464.html" target="_blank">Mercedes Aráoz asume presidencia tras disolución del Congreso peruano</a></strong></em><span>Mientras, <strong>no parece que haya interés en desalojar a los congresistas</strong> que permanecen en el Congreso. </span><strong>Tampoco hay sensación de inseguridad ciudadana</strong>, ni temor a una intervención militar. Los medios de comunicación han actuado toda la jornada con total libertad y lo siguen haciendo y nadie ha sido detenido.<span><strong>Vizcarra convocó ya elecciones para renovar el Congreso</strong> y le dio fecha, tal y como señala la Constitución peruana.</span>