El 23 de enero los venezolanos y el mundo fueron testigos de la juramentación de <strong>Juan Guaidó</strong> como presidente interino, prometiendo llevar a cabo un proceso de transición que terminaría en la convocatoria de <strong>elecciones libres</strong>.El diputado y presidente de la opositora <strong>Asamblea Nacional</strong> se apegó al <strong>artículo 233</strong> de la Constitución de Venezuela y se autoproclamó mandatario encargado tras la posesión de Nicolás Maduro para un segundo mandato que es considerado ilegítimo por los opositores y por una parte de la comunidad internacional.Ese artículo establece que en caso de que haya una <strong>falta grave del Presidente</strong>, ese cargo lo debe asumir el <strong>presidente de la Asamblea</strong>. Y según su interpretación, la falta de Maduro fue juramentar para el segundo mandato, pues no hay un mandatario electo tras las elecciones que llamaron “<strong>fraudulentas</strong>” y en las que no participó la oposición.En medio de multitudinarias manifestaciones durante esa jornada, los asistentes celebraron la proclamación de Guaidó. Y cuando apenas comenzaban a comprender ese acto, Estados Unidos le dio su reconocimiento, que fue seguido por Colombia y otros países de América, además de la Unión Europea.Desde ese día de enero, Guaidó ha actuado bajo un lema: <strong>cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.</strong> Su meta es que Nicolás Maduro se retire del poder y a Venezuela regresen la democracia y la libertad.Las horas siguientes a su proclamación, Juan Guaidó permaneció resguardado en <strong>Caracas</strong> en medio de la incertidumbre generada por las amenazas de prisión por parte de <strong>Maduro</strong> y su <strong>gabinete.</strong>El 25 de enero apareció en<strong> plaza pública</strong>, específicamente en la de <strong>Chacao,</strong> que es uno de los más grandes bastiones <strong>opositores.</strong> Ese día advirtió que podría ir preso pero anunció que su lucha iba a seguir.Desde entonces ha aumentado su <strong>apoyo internacional</strong>, llegando a ser reconocido como presidente interino por <strong>54 países</strong>. Estos no solo le dan su respaldo sino que han advertido a Maduro sobre las consecuencias que habría si lo detienen.Uno de los más importantes es <strong>Estados Unidos</strong>, que designó un funcionario para Venezuela y ha lanzado llamados a Maduro para dejar el poder, les ha pedido a sus funcionarios que le den la espalda y ha incrementado la presión a través de sanciones. Todo eso sin dejar de señalar que “<strong>todas las opciones están sobre la mesa</strong>”, incluyendo acciones militares.En ese aspecto internacional, Guaidó designó representantes en 23 países. Los embajadores trabajan en asuntos para los venezolanos, como la migración en el caso de Colombia con<strong> Humberto Calderón Berti</strong>. En Estados Unidos el representante <strong>Carlos Vecchio</strong> recientemente tomó posesión de la sede del agregado militar en Washington y el consulado de Nueva York.Además nombró representantes en la<strong> Organización de Estados Americanos</strong>, el <strong>Banco Interamericano de Desarrollo</strong> y el Grupo de Lima. También nuevos integrantes de las juntas directivas de Citgo, la filial de PDVSA en Estados Unidos y Monomeros en Colombia.El dirigente<strong> desafió la prohibición de salida del país</strong> y emprendió una gira internacional que comenzó en Colombia con el concierto <strong>Venezuela Aid Live</strong> y el intento de ingreso de ayuda humanitaria. Siguió con visitas a Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, en donde reafirmó el respaldó de sus presidentes.<strong style="font-size: 22px;">La esperanza nació para no morir</strong>Al interior de Venezuela, Guaidó ha enfrentado el bloqueo por parte del <strong>oficialismo</strong> en todos los sectores. Estos lo han llamado “<strong>payaso</strong>” y dicen que su proclamación “<strong>carece de legitimidad</strong>”.A pesar de las dificultades, el dirigente ha avanzado en la <strong>movilización de la ciudadanía,</strong> que ha participado de sus convocatorias a marchas y que cree en las palabras de sus discursos.A su regreso a Venezuela tras la <strong>gira por América</strong> dijo que la “<strong>la esperanza nació para no morir</strong>”. Una frase que ha sido tomado por agrupaciones como la bandera para sacar a Maduro del poder.Incluso ha sumado apoyos como el de la ex fiscal general, Luis Ortega, quien ejerció con <strong>Hugo Chávez</strong> y Maduro. Además, aunque <strong>no es respaldado por los</strong> <strong>chavistas</strong> disidentes, estos sí han cooperado en las propuestas de alternativas para el “cese de la usurpación”.<strong style="font-size: 22px;">Fallido ingreso de ayudas</strong>Una de sus principales metas era la de ingresar ayuda al país que fue donada por diferentes gobiernos y recolectada en puntos de acopio en Cúcuta, Brasil y Curazao. El 23 de febrero, día designado para esa operación, <strong>se generaron fuertes enfrentamientos, quema de camiones y violencia</strong> con centenares de heridos en las fronteras.Desde la oposición aceptaron que el intento fue fallido y <strong>culparon al régimen del bloqueo en las fronteras</strong>. En los últimos días los diputados encargados de ese tema, <strong>Gaby Arellano</strong> y <strong>José Manuel Olivares</strong>, anunciaron que ya tienen diseñada una nueva estrategia y esperan la orden de Guaidó para ingresar la ayuda.Logró, sin embargo, que cerca de mil oficiales de la <strong>Fuerza Armada</strong>, le dieran la espalda a Maduro y llegaran hasta Colombia pidiendo ayuda.El conjunto de países que se agruparon para buscar <strong>medidas y alternativas</strong> ante la crisis de Venezuela insiste en las salidas diplomáticas y la búsqueda de soluciones pacíficas.En su última reunión en Bogotá pidieron a la<strong> ONU y a la Corte Penal Internacional</strong> que investiguen los hechos de <strong>violencia.</strong> Denunciaron amenazas sobre la <strong>integridad y la libertad de Guaidó</strong>, dejando claro que cualquier acción tendría una fuerte respuesta en la comunidad internacional.Algunos reclaman<strong> más acciones a favor de Guaidó</strong> o de la transición en Venezuela e incluso el secretario general de la <strong>OEA,</strong> <strong>Luis Almagro</strong>, ante la detención del jefe de despacho de Guaidó, dijo que “<strong>la respuesta no puede ser un comunicado de condena</strong>”.Entre tanto se mantiene el pulso entre Guaidó, con el respaldo de<strong> líderes y dirigentes globales,</strong> y Maduro, que sigue en pie, sostenido por los <strong>altos mandos militares</strong>, el poder judicial y las autoridades electorales.