La primera investigación que detecta la presencia de microplásticos en el agua de grifo en <strong>14 países de cinco continentes</strong>, realizada por <strong>Orb Media,</strong> demuestra <strong>la existencia de un nuevo problema medioambiental</strong> con impacto en la salud humana.<strong>Son piezas de plástico que miden entre 1 y 5 milímetros</strong> y que son comúnmente utilizadas en productos de cuidado personal como pasta dental o productos para el cuidado de la piel. También pueden ser el resultado de procesos que degradan otros artículos domésticos como bolsas o el lavado de ropa sintética.Los microplásticos están hechos principalmente de polietileno (PE), pero también pueden <strong>estar fabricados de polipropileno</strong> (PP), tereftalato de polietileno (PET), polimetilmetacrilato (PMMA), disfenol o nailon.La contaminación por<strong> micropartículas de plástico se ha detectado en los océanos, lagos o ríos y en suelo y la atmósfera</strong>. Pero esta investigación realizada por la organización Orb Media es la primera que demuestra la existencia de microplásticos también en el agua potable en muestras procedentes de todo el mundo.La mayor concentración se ha detectado en Estados Unidos porque, de <strong>las 33 muestras de agua grifo analizadas, el 94% dieron positivo</strong> por la presencia de fibras de plástico. En Beirut la concentración fue similar y así queda el resto de la lista: Nueva Delhi, India (82%), Kampala, Uganda (81%), Jakarta, Indonesia (76%) y Quito, Ecuador (75%).<strong>Presenta la tasa más baja detectada: un 72%</strong>. Este estudio ha analizado muestras de agua potable recogidas en siete países europeos: Eslovaquia (8), Reino Unido (3), Alemania (2), Suiza (2), Irlanda (1), Francia (1) e Italia (1).<strong>Las muestras han sido recolectadas por científicos, periodistas y personal voluntario</strong> siguiendo las directrices marcadas por la doctora Sherri Mason, un investigador pionero en el estudio del impacto los microplásticos y director del departamento de geología en la Universidad Estatal de Nueva York en Fredonia . <strong>Las muestras fueron recogidas entre junio y marzo del 2017.</strong>Según la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, <strong>un hombre debería consumir 3 litros de agua al día y una mujer 2,2 litros</strong>. Esta cantidad no sólo incluye el agua de grifo, sino la que contienen otros productos como el café, el té o los zumos de frutas.Según este estudio,<strong> un hombre puede consumir unas 14 partículas al día,</strong> mientras que una mujer más de diez. Estas fibras de plástico no sólo se ingieren al beber agua potable, sino también al comer pescado, cerveza o sal marina.La producción mundial de plásticos ha aumentado desde un millón y medio de toneladas generadas en la década de 1950 a más de 322 millones de toneladas el año pasado. <strong>Si el plástico fuera un país, este sería la vigésima economía más grande del mundo,</strong> por encima de Argentina, Austria o Egipto.Las tasas de reciclaje en el mundo son bajas. <strong>En Estados Unidos sólo se recicla el 12% de sus residuos de plástico</strong> y en Europa el porcentaje sube al 36%. Mientras tanto, las tasas son todavía más bajas en Asia, África y América del Sur.