Opinión

¿Qué les espera a Grecia y a Europa con el nuevo Gobierno griego?

Telescopio en Atenas

Marcos Peckel La crisis del Euro comenzó en Grecia y como una tragedia  de Sófocles de expandió como fuego  a otros países de esa Europa del sur que  a veces parece tan alejada  y diferente de la  circunspecta y cuadriculada de sus vecinos  del  norte. El Estado  no sólo estaba  gastando mucho más de lo que percibía sino que sin pena alguna mentía en los libros oficiales mostrando unas cifras  alejadas  completamente de la realidad. Hasta que estalló la burbuja, le verdad se supo y para evitar la salida del país de la zona del Euro  y un posible  incumplimiento en los pagos de la voluminosa deuda externa, llegaron los “Panzer”  alemanes en cabeza de Ángela Merkel y el Banco Central Europeo a poner orden, léase a instaurar draconianas medidas de austeridad  que hubieran sonrojado al Fondo Monetario Internacional.   Profundos recortes en el gasto y  aumento de impuestos, como siempre principalmente  a la clase media,  con el resultado de una tragedia social sin precedentes en la historia moderna del país: el desempleo se disparó a casi el 30%, el doble en los jóvenes menores de 25 años, la pobreza y la indigencia   aumentaron a niveles desconocidos,   incontables negocios cerraron sus puertas  y la desesperanza  generalizada  se   asentó en la sociedad,  mientras que los políticos trataban de contener por una lado la ira popular y por el otro matizar los dictados de  Berlín.   La inestabilidad política fue  otra consecuencia de la crisis llevando a la realización de cuatro  elecciones generales en los últimos seis años

 El caldo estaba listo para el surgimiento de populistas de todos los pelambres. El ascenso electoral del partido “Amanecer Dorado “,  de corte  neo-nazi, encendió las alarmas, sin embargo el encarcelamiento se algunos de sus líderes desinfló  en algo esta opción. Al  otro lado del espectro, con una visión política más asentada y un discurso izquierdista sacado de los libros de historia de la  segunda mitad del siglo pasado, el partido Syriza, acrónimo de “Coalición de Izquierda Radical” obtuvo una contundente victoria en los  últimos comicios.  Su plataforma fue abiertamente anti austeridad, renegociar los términos de la deuda que se contrajo con Europa y exigir una política monetaria expansiva.      Sin  embargo como la historia lo ha mostrado una y otra vez en campaña se puede decir lo que sea,  en el gobierno no se puede hacer lo que se  quiera  ni lo que se dijo, por lo menos no todo.    Su primer acto  tras sr elegido el joven líder de Syrisa,  Alexis Tsipras, como lo informa la prestigiosa revista alemana  Der Speigel,   fue rendir homenaje a los griegos masacrados por los nazis durante la segunda guerra,   un   gesto que no ocultaba un  rechazo velado a lo que es visto en Grecia como otra ocupación alemana, esta sin tropas.  Tsipras además formó coalición con un partido  de extrema derecha anti Europa

 Europa está  dividida entre los países  del  norte,  Alemania especialmente,  que sienten que  tienen que financiar con su trabajo, esfuerzo  y disciplina a los del sur,  gastadores, poco trabajadores  e improductivos y los del sur que han sufrido los rigores de una larga  austeridad que ha dejado una sangrienta  estela social

 ¿Qué viene para Europa tras la victoria de Syriza  en Grecia?    En España el partido “Podemos”  de Pablo Iglesias, en Francia el Frente Nacional de Marine Le Pen y en Inglaterra el  UKIP  de Nigel Farrage se relamen con la vitoria de  Tsipras,  desde diferentes orillas  del espectro  ideológico,  pero con cuentas pendientes con Europa, llámese Berlín o Bruselas.    Quizás como primera consecuencia del  amplio frente contra la austeridad  que se cocina en Europa,   el Banco Central Europeo, relajando  en algo su  rígida política monetaria  y  tomando  una página de la Reserva Federal,  decidió la compra masiva de bonos, en otras palabras, imprimir billetes, medida que ha causado una fuerte devaluación de Euro frente al dólar

 Ahora no queda sino esperar que va a ocurrir entre Grecia y Alemania. Si  se encaminan hacia  un choque frontal, si Grecia abandona la zona euro incumpliendo  los pagos de  su deuda u o si se encuentra una muy difícil fórmula intermedia. Italia, Portugal, España e Irlanda que también han sido coaccionados a implementar medidas de austeridad, lo último que quieren  ver, es como Europa premia al “niño malo”.      Cuando se pensaba que la crisis del Euro había quedado atrás, vuelve a estallar en el mismo lugar  donde comenzó.  

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