El discurso del Estado de la Unión- La pelea es peleando
Telescopio en Washington.
Era patente la incomodidad del republicano John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes ante el discurso del presidente Barack Obama sobre el Estado de la Unión. Mientras su vecino de trono, el vicepresidente Joe Biden aplaudía y se paraba en aprobación a cada rato, Boehner no sabía dónde meterse
Fue un discurso beligerante, novedoso y claro en sus planteamientos, para nada conciliador, como sólo lo puede pronunciar alguien que como Barack Obama no sólo es un excelso orador, sino que tal como lo mencionó, ya no será nunca más candidato. Desprovisto de las limitaciones electorales y electoreras, Obama se dedicó a decir lo que piensa algo raro en los políticos
Una agenda económica cuasi socialista, palabra anatema en Washington, bautizada “economía de clase media”, personificada por Rebeca, una adolescente que se ha beneficiado de las políticas sociales del gobierno. Licencia remunerada de maternidad, universidad técnica -college- gratuita 2 años tras la conclusión del bachillerato obligatorio, cuotas de vivienda bajas, salud accesible, mayores impuestos a los “súper -ricos” y parafraseando a nuestro anterior vicepresidente, Angelino Garzón, se preguntaba Obama ¿”Quién en América puede vivir con un sueldo mínimo de 15.000 dólares al año”? ¡”Los invito a que traten!, antes de proponer un aumento importante en el salario mínimo. Dos veces amenazó al Congreso que utilizaría el Veto que le confiere la Constitución: Si echan para atrás la reforma migratoria que sacó adelante por decreto presidencial hace unas semanas y si el Congreso impone nuevas sanciones a Irán, interponiéndose en las actuales negociaciones nucleares del P5+1
No bajó su tomo cuando se refirió a Cuba. Defendió vehementemente su nueva política frente a la Isla a la vez que invitó al congreso a levantar el bloqueo. No hizo mención adicional alguna a América Latina
Vanagloriándose de una economía muy dinámica que ha creado 11 millones de empleos en los últimos 4 años, fue enfático en señalar el rol de Estados Unidos en el mundo: “la pregunta no es si Estados Unidos es el líder, sino cómo”, agregado que “nosotros no jugamos con las reglas que nos imponen sino con las que nosotros mismo hacemos”
Fue implacable con Rusia: “Las sanciones que les hemos impuesto por su aventura en Ucrania tienen a su economía en la ruina”, a la vez que con más sutileza acusaba a China por sus cuestionadas prácticas comerciales y la belicosidad en sus diferendos marítimos en el pacífico
Respecto al Medio Oriente su única referencia fue a la lucha contra el Estado Islámico, solicitándole al Congreso autorización para el uso de la fuerza, que de todas maneras ya está haciendo. Dado que la región ha sido un pantano para la política exterior de Obama pareció prudente no haber hecho mayores referencias
Comenzando los últimos dos años de su mandato, Obama se quitó los guantes frente a un congreso cuyas dos cámaras son controladas por el Partido Republicano y dispuesto más que nunca a implementar su filosofía sobre lo que debe ser la sociedad americana y el Estado de Bienestar que siempre predicó



