La Alta Guajira, llena de promesas que nunca se han cumplido
Los guajiros se quejan porque el Estado muy de vez en cuando se asoma a la región, pero le lleva muy poco.

Lo particular del pueblo guajiro que se conjuga en la diversidad étnica, económica y su posición geográfica, lejos de hacerla una región rica y próspera hoy es una tierra en la que el Estado parece no asomarse, pues a pesar de que muchos de sus líderes se aferran en cada contienda política a sus deseos de lograr una aceptación de los votantes para trabajar por su comunidad, los habitantes de La Guajira, especialmente los indígenas padecen por la ausencia de casi todo
Más información
El pasado mes de febrero cuando la crisis en la frontera llegó a su punto más álgido, y la guardia venezolana decidió cerrar el paso de mercancías de un lugar a otro, en especial los alimentos que del vecino país ingresa para satisfacer las necesidades de los indígenas asentados en la Alta Guajira, quedó evidenciado el estado de abandono en que viven nuestro hermanos de esa región del Caribe colombiano
En ese entonces el país, y demás territorios cercanos, pudieron observar la situación de hambruna que estaba matando a nuestros hermanos de la Alta Guajira, y todo el contexto que ello encierra
En ese entonces se pudo comprobar que hambruna en la Alta Guajira no era por crisis de la frontera, sino por abandono del Estado. Eso fue lo que dijeron líderes de la región que durante años han reclamado la atención que no han tenido ni de la dirigencia local ni de la nacional
Son más de 25 mil familias asentadas en esta región que padecen esta crisis producto del abandono estatal
De acuerdo con algunos líderes asentados en el Cabo de la Vela, cuando ellos motivan a su comunidad para levantar las voces de protesta y llegan hasta el centro de Uribia a adelantar manifestaciones, es cuando las administraciones tanto municipal como departamental se hacen presentes, pero luego se ausentan nuevamente
Desde Uribia, la parte más baja de la región, hasta el Cabo de la Vela, unas cien mil personas, casi todas de comunidades indígenas, padecen en una u otra medida por la falta de atención de parte de las autoridades
Santiago García, autoridad indígena Marehiguamana decía en ese entonces que él y los suyos siempre han estado más protegidos del Estado venezolano que por el colombiano, que sienten más apego por el vecino país porque es de donde siempre han conseguido para vivir, pero que la disputa entre los dos países es lo que los tiene pasando hambre
Pero esos aspirantes a captar votos, los visitan en tiempos de campaña política para hacerles las promesas de siempre, promesas de cambio, como el hecho de que el agua les llegará finalmente, que la electricidad se estrenará en esos lugares dono no la conocen
En fin promesas que se repiten uno y otra vez, mientras los postes sembrados para la energía eléctrica, que un día se prometió, se deterioran y amenazan con venirse al piso, como cansados de esperar que esas promesas, por fin sean una realidad.



