Iglesia condena violencia de barras bravas en Bogotá

Monseñor Héctor Fabio Henao, director de pastoral social señaló que es preocupante la ola de violencia que se ha desatado alrededor del fútbol y le hizo un llamado a los hinchas para que recuperen su capacidad de vivir el fútbol en paz Aseguró que programas como “goles en paz” “hacen mucha falta, porque los ponían a dialogar, esos programas tienen que ser estables y de largo aliento, porque la descomposición avanza y puede volverse dramática”, agregó

Insistió en que se hace urgente el regreso y el fortalecimiento de iniciativas sociales que permitan estimular la convivencia entre los jóvenes, “es preocupante lo que está pasando, la manera como están ocupando el tiempo libre nuestros jóvenes, es necesario retomar el rumbo y que recuperen la capacidad de vivir su pasión sin violencia” puntualizó

Por su parte, el padre Alirio López criticó a la Alcaldía por su manejo de las 'barras bravas' y manifestó que los vándalos que se esconden como hinchas tras una camiseta, “tienen arrodilladas a las autoridades” distritales, llevando a que por ejemplo se cierre el estadio

El padre Alirio López, quien dirigió y coordinó durante varios años el programa de Goles en Paz, criticó la manera como la administración distrital maneja actualmente el tema del barrismo, asegurando que hoy en día las personas encargadas de este tema no pueden trabajar y no han podido hacer el acompañamiento necesario para generar un barrismo social y un barrismo responsable

Así mismo manifestó no entender la manera como junto con una camiseta de fútbol se tenga que portar una ‘patecabra’ y que no se entienda ni se respete la manera como tanto unos y otros sienten lo mismo por sus camisetas y respeten esas diferencias

Finalmente, hizo un llamado a ser ‘sapos’ en el buen sentido de la palabra, argumentando que los ciudadanos deben denunciar a aquellos que desde el barrismo cometen crímenes. Invitó además a los líderes de las barras a no permitir el ingreso de menores de edad a las mismas, ya que estos menores por ser influenciables y fáciles de manipular son quienes por lo general terminan cometiendo los crímenes.