“Les hablaba para que no se durmieran, para que no murieran”
"Les preguntaba dónde iban, cómo se llamaban...para entretenerlos. Y ellos preguntaban: ¿Dónde está mi hijo? Había gente mayor, gente joven y niños Fue un infierno".
Isidoro Castaño estaba en medio de una reunión de vecinos cuando escuchó "una explosión". "Salí corriendo y vi una nube de humo, después el tren ardiendo"
La gente gritaba "¡Sàquenme de aquí!" Aún no había llegado la asistencia y éramos los vecinos los que intentábamos sacarlos por las ventanas, utilizando los hierros del tren como si fueran camillas. Había muertos, heridos. Entonces llegó la ayuda, la policía, y las ambulancias. Nos pedían que sujetáramos un gotero o de repente te decían:"No dejes que este señor se quede dormido". Y yo les hablaba para que no se durmieran". Para que no murieran", explica Castaño
"Les preguntaba dónde iban, cómo se llamaban...para entretenerlos. Y ellos preguntaban: ¿dónde está mi hijo? Había gente mayor, gente joven, niños pequeños que sacaban en brazos... Fue un infierno", relataba, temblando aún, Isidoro Castaño



