Orden Público

Expendios de drogas ilegales invaden a Bogotá y otras ciudades del país

En Bogotá, los dueños de las ollas donde se venden drogas ilegales se reparten las calles, marcan las esquinas y son protegidos por "sayayines" o cuerpos de seguridad que defienden el territorio.

Por Sair Buitrago
En Bogotá, los dueños de las ollas donde se venden drogas ilegales se reparten las calles, marcan las esquinas y son protegidos por "sayayines" o cuerpos de seguridad que defienden el territorio.
Caracol Radio estableció que las principales ollas detectadas en la ciudad se dedican a vender bazuco y marihuana, que traen de Florencia, Villavicencio y Boyacá; las más sofisticadas están en el norte de la ciudad y son más difíciles de penetrar por su exclusividad, en donde se vende cocaína y éxtasis, y que estos expendios están creciendo vertiginosamente en las principales ciudades colombianas.
Las ollas llegan a los barrios acompañados de negocios de prostitución, delincuentes, habitantes de la calle y, por supuesto, inseguridad.
La Policía ha logrado identificar a los dueños de las ollas por sus colores y avanza en labores de inteligencia para capturar a los jefes de esos núcleos de droga.
El Jefe de la unidad de investigación de estupefacientes de la Policía Metropolitana de Bogotá, mayor Freddy Guío, afirmó que estos "cartelitos" manejan cuatro o cinco cuadras en las que se aprovechan de la necesidad de la población para utilizar esas viviendas como sitios de distribución.
"No es fácil combatir las ollas, porque los delincuentes manejan cantidades pequeñas para evitar superar las dosis mínimas (...) En las ollas han encontrado hasta 500 modalidades de caletas para evitar que sea descubierta la droga", precisó el Zar "Antiollas", en dialogo con Caracol Radio.
Agregó que hay ollas flotantes que se mueven por la ciudad cada cierto tiempo para evitar los seguimientos y la judicialización de sus dueños.
Qué, quién y dónde se vende
En Bogotá, fueron identificados los carteles de los colores, que determinan de quien es la droga y que calidad tiene. Por ejemplo, en el Bronx se vende la “gancho manguera”; otra de las más populares es la “gancho homero”, que hace referencia a Homero Simpson, y de la que pueden conseguirse dos calidades, según el comprador, aunque también se consiguen fácilmente la “gancho azul, rojo, verde” y todas las gamas de colores.
La actividad de jíbaro o distribuidor es el primer paso de los delincuentes que aspiran a ser capos que, para vengar las caídas de las caletas, ponen trampas a los policías, pues ubican droga en bolsas y en el fondo ponen eses fecales y agujas, cuando los uniformados meten la mano se chuzan y luego se infectan con el contenido de la trampa.
Caracol Radio conoció que en las ollas hay un organigrama claro, en donde hay personas que se llaman líneas y de allí hacía arriba hay distribuidores de distintos tamaños.
Los casos identificados como más complejos se presentan en el barrio Siete de Agosto, en donde hay dos bandas identificadas entre las carreras 21 y la 22.
Otros sitios complejos son el Bronx, las Cruces, el 12 de Octubre, Bosa, Ciudad Bolívar y La Gaitana, en Suba.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad