Policía alemana teme que el número de muertos ascienda a quince

La policía de la localidad bávara de Bad Reichenhall (Alpes Bávaros), donde el lunes se derrumbó el techo de un pabellón de deportes que sepultó a decenas de personas, teme que el número de muertos pueda ser superior a los once registrados hasta ahora y ascienda a quince.
La policía confirmó hoy, martes, que el número de cadáveres identificados hasta ahora asciende a nueve, entre los que se encuentran una mujer, dos niños y cuatro niñas con edades comprendidas entre los nueve y doce años y dos jóvenes.
Una de las niñas fue encontrada con vida, pero murió en el hospital, según precisó la policía, quien confirmó que todas las personas fallecidas eran vecinos de la zona.
Las autoridades alemanas temen, sin embargo, que el número de muertos podría ascender a quince, ya que seis personas siguen desaparecidas y se temen que estén enterradas bajos los escombros del pabellón que se derrumbó como un castillo de naipes, supuestamente por el peso de la nieve acumulado en el techo.
De momento se han registrado 34 supervivientes, 18 de los cuales están hospitalizados.
Los bomberos no confirmaron, sin embargo, los rumores difundidos por algunos medios de comunicación alemanes que aseguran que se habían oído golpes entre los escombros, presuntamente realizados por alguno de los desaparecidos con el objetivo de llamar la atención de los responsables del rescate.
Las bajas temperaturas registradas en los Alpes bávaros y el hecho de que las personas en el interior del pabellón se encuentran atrapadas entre el techo y la pista de hielo del centro hace temer por la vida de los desaparecidos.
Hasta 700 personas, entre policías, protección civil, bomberos, miembros del ejercito alemán, de la Cruz Roja y de la Cruz de Malta, han llegado a participar en las labores de rescate que han continuado durante toda la noche, pese a que la nieve no ha dejado de caer.
Las labores de rescate han resultado difíciles no sólo por la nieve, sino por la inestabilidad de los escombros, pues no están del todo afianzados los restos del techo y hay partes que aún amenazan con caerse.
Stoiber: "no es momento de pedir responsabilidades, sino ayudar"
El primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber, expresó hoy en nombre "de todo el país" la solidaridad con las víctimas del derrumbe del pabellón deportivo de Bad Reichenhall, y dijo que "no es momento ahora de buscar responsabilidades, sino de ayudar".
"Lo ocurrido será evaluado por los técnicos mañana o pasado mañana, ahora es el momento de ayudar", dijo Stoiber, desde Bad Reichenhall, tras la tragedia, cuyo balance provisional es de nueve muertos identificados, mientras seis personas siguen desaparecidas.
Stoiber agradeció así la "labor incansable" de los equipos de rescate y aludió a las informaciones acerca de la presunta negligencia por parte de los responsables del recinto, ya que al parecer hubo indicios de que amenazaba derrumbe.