Bush y Koizumi consolidan su alianza en el Este de Asia
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, apostaron hoy por la alianza de ambos países como "pilar de la estabilidad y seguridad" de Asia y "fuente de confianza" para el continente.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, apostaron hoy por la alianza de ambos países como "pilar de la estabilidad y seguridad" de Asia y "fuente de confianza" para el continente. La ciudad de Kioto, corazón del Japón tradicional y una de las antiguas capitales del país, ha sido el marco de la cumbre de Bush y Koizumi, en la que ambos mandatarios renovaron sus votos de amistad e impulsaron una relación bilateral que el líder de EEUU no ha dudado en calificar como clave del equilibrio de fuerzas en Asia. Bush y su esposa, Laura, visitaron el famoso "Templo del Pabellón de Oro", o Kinkaku-ji, situado en el noroeste de la ciudad monumental, donde el presidente estadounidense tuvo que descalzarse para su asombro al entrar en el recinto. Divertido, el sacerdote encargado del templo, Arima Raitei, explicó a la prensa que Bush bromeó ante su esposa, a la que manifestó su temor de que pudiera tener algún agujero en los calcetines en el momento de pasar descalzo el umbral del santuario. Ya dentro de la seriedad de la cumbre con su principal aliado en Asia y el Pacífico Occidental, Bush manifestó al termino de su reunión con Koizumi en una rueda de prensa el respaldo de su Gobierno a la política de reformas del primer ministro nipón. En un discurso posterior que ofreció en el Palacio de Conferencias de Kioto, Bush explicó que "la libertad es la clave de la amistad con Japón" y subrayó que la alianza de EEUU con este país "es el pilar de la estabilidad y seguridad de la región, y una fuente de confianza para el futuro de Asia". En el momento de su mayor entusiasmo discursivo, Bush afirmó que "un Japón libre está ayudando a transformar el mundo" y recordó el apoyo logístico que el Gobierno de Koizumi está prestando a EEUU en Afganistán (con el suministro de combustible en el océano Indico) y el envío de seiscientos hombres a Irak. Precisamente, Koizumi anunció en Kioto la prolongación de la misión de esas tropas de las Fuerzas de Auto Defensa de Japón, que debería concluir el próximo 14 de diciembre. Según Koizumi, Japón incluye esta ampliación del mandato de sus tropas en Irak al apoyo brindado a EEUU en la lucha contra el terrorismo internacional. "En Irak, Japón ha aportado cerca de 5.000 millones de dólares para la reconstrucción y ha enviado a sus Fuerzas de Auto Defensa para servir por la causa de la libertad a la provincia de Al Muthanna", afirmó Bush en su discurso. En sus palabras, el presidente estadounidense también se refirió a China, país al que demandó más libertades y al que sugirió que debería seguir la senda de Taiwán y Corea del Sur, democracias que, según Bush, evolucionaron desde la dictadura, para convertirse en ejemplos regionales. "Según crece la gente de China en prosperidad, sus demandas de libertad política aumentarán también", explicó Bush, para a continuación subrayar la necesidad de libertad de expresión y religiosa en el gigante asiático. "He apuntado ya que el pueblo chino demanda más libertad para expresarse, para rezar sin el control del Estado, para imprimir biblias y otros textos sagrados sin temor al castigo", agregó. Bush explicó que China debe facilitar asimismo la participación de los empresarios de otros países, y en concreto de los de EEUU, en su economía, al igual que las empresas chinas tienen acceso al mercado estadounidense. "Cuando vi al presidente (chino) Hu (Jintao) en Nueva York, dijo que China aportaría un mayor equilibrio a nuestro comercio y protegería la propiedad intelectual. Aplaudo esos compromisos, de la misma forma que aplaudo el anuncio que hizo China en julio de que aplicará un sistema de cambio a su moneda más flexible y basado en el sistema de mercado", apuntó. A pesar de las críticas, el presidente estadounidense, que viajará a China después de participar los próximos días 18 y 19 en la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) en Pusan (Corea del Sur), subrayó que Pekín está dando ya esos "primeros pasos hacia la libertad". No sucede así, añadió, con Birmania, donde "predomina el trabajo forzado, el tráfico de personas, el uso de niños como soldados y la discriminación religiosa". Sobre Corea del Norte, Bush reconoció que las conversaciones multilaterales para librar de las armas nucleares la península coreana han producido una serie de acuerdos, pero insistió en que es hora ya de que "esos compromisos se apliquen". "A fin de que esa nación sea aceptada en la comunidad internacional, debe desmantelar de manera verificable todos sus programas de armas nucleares", declaró Bush a la prensa. En referencia a la cumbre de Pusan del APEC, Bush defendió las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y subrayó como el principal obstáculo para la liberalización "las tarifas, barreras y subsidios que aislan a los pobres del mundo de las grandes oportunidades que ofrece este siglo"



