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Sánchez de Lozada renuncia a presidencia de Bolivia

El rico empresario minero Gonzalo Sánchez de Lozada, un filósofo académico y economista de afición, renunció a la presidencia de Bolivia en la cresta de la peor ola de protestas sociales en la nación más pobre de América del Sur desde que recuperó la democracia hace 21 años.

LA PAZ.--- El rico empresario minero Gonzalo Sánchez de Lozada, un filósofo académico y economista de afición, renunció a la presidencia de Bolivia en la cresta de la peor ola de protestas sociales en la nación más pobre de América del Sur desde que recuperó la democracia hace 21 años.
Sánchez de Lozada, de 73 años, renunció a los casi 46 meses que le restaban en el cargo, hasta agosto del 2007.
Hace 14 meses, había sido designado por el Congreso bicameral, de 157 miembros, tras ganar el 30 de junio una elección popular con el 22,4 por ciento de los votos emitidos por cerca de tres millones de bolivianos.
Sánchez de Lozada venció en esa votación legislativa al líder cocalero Evo Morales, un indígena socialista ubicado segundo en los comicios y convertido en su más enconado enemigo político.
El episodio que alejó a Sánchez de Lozada del poder se deberá agregar a la crónica e histórica inestabilidad política de Bolivia, que registró una última dictadura en 1980, cuando un cruento golpe militar entronizó en el poder al general Luis García Meza, entonces comandante del ejército.
LAS PROMESAS
El político educado en Estados Unidos, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), basó su campaña para la segunda presidencia de Bolivia, después de ejercerla entre 1993 y 1997, en firmes compromisos para "salir de la crisis, derrotar la corrupción y combatir la exclusión social".
El acaudalado empresario minero había obtenido en 1993 el 36 por ciento de votos populares y fue ratificado por el parlamento para un primer mandato caracterizado por un abierto apego a las políticas de libre mercado.
El ex mandatario solía autodescribirse como "el único político que llegó rico a la presidencia y no necesitó robar".
Radicado desde su niñez en Estados Unidos, como hijo de diplomático, y formado en filosofía en la Universidad de Chicago, Sánchez de Lozada fue ministro de Planeamiento bajo el último gobierno del fundador de su partido, Víctor Paz Estenssoro (1985-1989).
Con el sarcástico estilo político que lo caracterizaba, antes de ingresar a su segundo mandato, sostenía, recordando a la generación tecnócrata que llegó durante la década de 1970 a la cúspide del poder latinoamericano, que era un "Chicago Boy", pero con la ventaja de ser filósofo y no economista".
Como ex ministro se ufanaba de haber derrotado en 1985 una hiperinflación anual de 25.000 por ciento con un célebre tratamiento de choque que dio paso a la aplicación del modelo neoliberal en la economía del país.
Durante su primer gobierno, llevó a cabo un novedoso pero también criticado proceso de capitalización de las principales empresas estatales en los sectores petrolero, de telecomunicaciones, aeronáutico y ferroviario.
Transfirió el control administrativo de las empresas y sus respectivos paquetes accionarios a capitales privados, aunque retuvo para el Estado el 49 por ciento, como "acciones populares" que financiarían pensiones jubilatorias para los trabajadores bolivianos.
Por ello, sus detractores lo acusaron de "vendepatria".
Su caída, sin embargo, siguió según sus críticos a 14 meses de virtual inoperancia de un gobierno preocupado en distribuir cuotas de poder entre los jefes y militantes de los tres partidos que se coaligaron para confirmar su segundo mandato en el Congreso.
Con una decreciente popularidad, que cayó de 46 a 16 por ciento, el ex mandatario estuvo a punto de perder el control del país cuando, en febrero, un motín de policías desembocó en choques armados con soldados frente a su palacio gubernamental en La Paz.
Los enfrentamientos desencadenaron disturbios callejeros --tan violentos como los que se anticiparon a su caída con 74 muertos y 200 heridos-- que dejaron entonces otras 31 muertes y dos centenares de heridos.
El origen de la crisis del llamado "febrero negro" fue un proyecto nunca aplicado de crear un impuesto directo de 12 por ciento a los salarios, una de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que Bolivia redujera un elevado déficit fiscal para continuar recibiendo cooperación financiera del exterior en términos concesionales.
La tumba de su extensa carrera política fue, ahora, un proyecto de exportación de gas a través de Chile --nunca definido ni contratado por petroleras internacionales que explotan ese hidrocarburo en el país-- que levantó la ira popular.
Bolivia perdió sus costas marítimas a manos de Chile a consecuencia de una guerra en 1879.
PRESIDENTE "GRINGO"
Sánchez de Lozada, apodado familiarmente "Goni", es también conocido en Bolivia como "gringo", pero no por su tez blanca y cabellos rubios encanecidos, sino por el español con fuerte acento inglés que habla.
Pero ingenioso creador de frases que le dieron fama, hizo de ese defecto una virtud y en más de una ocasión dijo que su mal castellano era parte esencial de su personalidad, tanto "como la nariz de Barbra Streisand", la célebre actriz de cine de Hollywood.
Casado con Ximena Iturralde, es padre dos hijos: Alejandra, diputada electa por el MNR, e Ignacio, un economista. El matrimonio Sánchez de Lozada-Iturralde tiene cuatro nietos.
El presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, envió al Congreso su renuncia al cargo, arrinconado por una creciente ola de protestas sociales contra su permanencia en el poder que en cuatro semanas dejó 74 muertos y más de 200 heridos.
"La carta de renuncia ha partido al Congreso", dijo a Reuters una fuente de alto nivel del gobierno.

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