Presidente argentino busca alternativas para crisis bancaria

BUENOS AIRES.--- El gobierno argentino comenzó a buscar contrarreloj una solución alternativa a la crisis bancaria después de que fracasara un plan para canjear depósitos por bonos, al mismo tiempo que descartaba una convocatoria de elecciones generales anticipadas. El plan por el cual estaba previsto canjear los depósitos que los ahorristas tienen congelados en los bancos por bonos del Estaods fue abandonado durante el fin de semana después de que los bancos se negaran a garantizar parte de los títulos, lo que lo hacía inviable. El sistema financiero argentino está prácticamente al borde del colapso por la fuga de capitales que sufrió en los últimos meses. El fracaso fue un duro golpe para el presidente Eduardo Duhalde, que reconoce que sin solucionar la crisis bancaria la economía no tiene posibilidad de despegar de cuatro años de recesión. Atrapado entre los reclamos de los indignados ahorristas y la falta de acuerdo con los bancos, el gobierno enfrenta, además, un progresivo repunte de la inflación, que comenzó cuando devaluó el peso en enero de este año con el fin de impulsar las exportaciones. En un ambiente social crispado por una grave crisis económica y política, Duhalde dijo el lunes que descartaba adelantar las elecciones presidenciales, originalmente previstas para el 2003. "Sería un error tan grave de concepto (adelantar las elecciones). Porque hoy en Argentina, en cualquier sondeo de opinión, nadie tiene más de 13 ó 14 por ciento de intención de voto, entonces hay que aguantar, hay que hacer todo el esfuerzo para dejarle al próximo gobierno aguas calmas", dijo. BIENES DEL ESTADO Tras el fracaso del plan para canjear depósitos por bonos Duhalde analiza varias opciones, entre ellas pagar a los ahorristas con bienes del Estado que están en desuso, una alternativa que ningún funcionario logró explicar aún con exactitud. "Como el Estado tiene miles de propiedades, millones de hectáreas, yo creo que sería justo que pudieran (los argentinos) con esos bonos (que recibirían a cambio de sus depósitos) a precio al 100 por cien de su valor poder comprar bienes del Estado", dijo el presidente. La cantidad total de depósitos a plazo fijo que fueron congelados es de alrededor de 40.000 millones de pesos (12.500 millones de dólares), pero Duhalde ya anticipó que los bienes del Estado no cubren ese total. Además, el gobierno mantiene las restricciones para el retiro en efectivo de las cuentas corrientes, que suman otros 30.000 millones de pesos, lo que mantiene paralizada a la economía. Los ahorristas se encuentran en permanente estado de protesta desde que Duhalde adoptó la medida, tras la devaluación de la moneda, de convertir los ahorros en dólares al nuevo valor del peso, que ya ha perdido un 70 por ciento de su valor frente al dólar. Duhlade, que es presidente de transición hasta las nuevas elecciones, tras la renuncia de Fernando de la Rúa en diciembre, enfrenta, además, la dificultad de conseguir las reformas exigidas por el Fondo Monetario Internacional para dar ayuda financiera al país. CRISIS DE LA CLASE POLITICA Los políticos son señalados por la población como los grandes culpables de los males que aquejan al país: una tasa de desempleo que afecta a una de cada cuatro personas en edad de trabajar y la pobreza que aflige al 48,1 por ciento de la población. Mientras ese proceso de retroceso económico tenía lugar, el Congreso y los sucesivos presidentes han resultado involucrados en decenas de casos de corrupción. Los comicios generales están previstos originalmente para septiembre del 2003. Sin embargo, los problemas del gobierno para que el Congreso -donde el oficialismo peronista es mayoría- apruebe rápidamente las leyes que necesita Duhalde para presentar al FMI generan un clima de inestabilidad. El gobierno necesita con urgencia los fondos de lo organismos multilaterales para no declararse en incumplimiento de pagos con ellos, algo que dejaría al país sin la última fuente de financiamiento que le queda tras incumplir con los pagos de parte de su deuda con inversores privados. El miércoles, Argentina debe pagar 800 millones de dólares al Banco Mundial y Duhalde dijo el lunes que aún está esperando la respuesta del organismo a una solicitud de aplazamiento del vencimiento que el país presentó.