Radio en vivo

Internacional

Escándalo en la administración Putin

La gigantesca operación policial contra el consorcio mediático Media-Most, uno de los más críticos del Kremlin, ha desatado el primer gran escándalo de la gestión del presidente de Rusia, Vladímir Putin.

MOSCU .- La gigantesca operación policial contra el consorcio mediático Media-Most, uno de los más críticos del Kremlin, ha desatado el primer gran escándalo de la gestión del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
"Máscara negra para la 'dictadura de la ley'", tituló hoy el diario liberal Sevodnia al comentar el espectacular registro efectuado el jueves por agentes encapuchados y armados con metralletas simultáneamente en tres sedes de Media-Most.
Según el rotativo, que junto con la cadena de televisión NTV, la revista Itogui y la emisora de radio Eco de Moscú -todos medios de gran prestigio- pertenece al consorcio, "cuando la censura es impotente, la palabra la toman los agentes armados".
El dueño de Media-Most, Vladímir Gusinski, uno de los financieros más importantes del país, denunció que la acción policial, apoyada por los servicios de seguridad, tiene un "claro trasfondo político" y persigue intimidar a los medios informativos independientes.
Gusinski dijo que las denuncias sistemáticas de corrupción en las altas esferas que realizan los medios del consorcio "provocan irritación y odio entre los jefes de los servicios secretos y, lamentablemente, también entre los máximos dirigentes del país".
Según la versión de la Fiscalía General, el operativo se llevó a cabo para obtener pruebas de que Media-Most hacía escuchas telefónicas ilegales.
Las exhibición de fuerza de la policía y los servicios secretos fue condenada por todas las fuerzas políticas del país, desde los comunistas hasta los liberales.
El líder del Partido Comunista, Guennadi Ziugánov, deploró la acción "desmedida" de las autoridades, mientras que el máximo dirigente del partido liberal Yábloko, Grigori Yavlinski, indicó que los hechos "pueden ser un indicio de que se intenta aplastar la libertad de prensa".
Yavlinski manifestó que los acontecimientos en torno a Media-Most "pueden ser interpretados como el uso de las fuerzas del orden como instrumento de ajuste de cuentas políticas", y exigió una "reacción inmediata" del Presidente ruso.
"Si Putin calla o apoya esta acción intimidatoria, estamos frente a un intento de imponer un régimen autoritario y de someter a los medios de comunicación a un control absoluto", declaró el vicepresidente de Media Most, Igor Malashenko.
A la condena se sumó el ex primer ministro Yevgueni Primakov, quien señaló que "la irrupción de hombres enmascarados y armados hasta los dientes en las sedes de Media-Most ha provocado la indignación de todos".
"Ha sido una acción inaceptable", subrayó Primakov, quien destacó que ésta se produjo cuatro días después de la toma de posesión de Putin y en vísperas de la ratificación en el Parlamento de la candidatura de Mijaíl Kasianov como primer ministro.
El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, advirtió de que en Rusia existe una "amenaza real para la libertad de prensa".
"La acción contra Media-Most demuestra que tenían razón aquellos que advertían del peligro de que el Presidente de Rusia provenga de los servicios secretos", declaró el director del semanario Obsháya Gazeta, Yegor Yákovlev.
Putin, quien en su discurso de toma de posesión el pasado día 7 afirmó que comprendía que "en Rusia el jefe del Estado es responsable de todo lo que ocurre en el país", no ha hecho ninguna declaración sobre los acontecimientos.
El servicio de prensa del Kremlin emitió hoy un comunicado en el que se afirma que "el Presidente está convencido de que la libertad de prensa y de los medios de comunicación es un valor indiscutible".
Sin embargo, el documento recalca que "todos son iguales ante la ley independientemente de los negocios que realicen" y califica de "inadmisible el chantaje tanto en lo que se refiere al cumplimiento de la ley como a la restricción de la libertad de prensa".