<strong>Está amenazada una zona protegida del tamaño de Bélgica.</strong> Se trata de la conexión natural entre la <strong>cordillera de los Andes,</strong> los bosques de la<strong> Orinoquía</strong> y la puerta de entrada a la<strong><a title="Amazonas" href="https://caracol.com.co/tag/amazonia/a/"> Amazonía</a></strong>. Cubrimiento especial de <strong>Yamit Palacio de 6AM</strong> desde el llano.Está por terminar el primer trimestre. Ese tramo inicial del año ha sido, desde 2016, un desastre para los ecosistemas del<strong> <a title="Guaviare" href="https://caracol.com.co/tag/guaviare/a/">Meta</a>, el <a title="Guaviare" href="https://caracol.com.co/tag/guaviare/a/">Guaviare</a> y el <a title="Caquetá" href="https://caracol.com.co/tag/caqueta/a/">Caquetá</a>. </strong>Es justo en esta época de sol intenso cuando más talan árboles y luego queman los troncos. La lógica de quienes acaban los bosques es macabra: en esta época llueve menos en esta región y por eso las llamas se extenderán más fácil y el trabajo con la motosierra rinde más. <strong>Lea también: <a title="La pandemia de la guerra en el Chocó" href="https://caracol.com.co/programa/2022/03/17/6am_hoy_por_hoy/1647534628_521686.html">La pandemia de la guerra en el Chocó</a></strong>En 2021 la región habría perdido unas <strong>32 mil hectáreas por este fenómeno.</strong> Las cifras definitivas del <strong>IDEAM</strong> no han sido publicadas pero las imágenes satelitales muestran las huellas evidentes del avance de las cuadrillas de quienes están convirtiendo zonas protegidas por su importancia ambiental en potreros o en sembrados de hoja de coca. <strong>El Director de Cormacarena, Andrés Felipe García,</strong> reclama más atención del gobierno nacional y de la cooperación internacional porque, por ejemplo, la tala indiscriminada está cercando el patrimonio natural alrededor de Caño Cristales<strong>. Escuche aquí su diagnóstico</strong>:Esta catástrofe no sólo es promovida por los grupos armados ilegales sino también por grandes capitales. Sólo así se puede explicar la construcción de carreteras de hasta 45 kilómetros selva adentro y sofisticados entables ganaderos. Tanto el personal de Cormacarena como los funcionarios de Parques Nacionales Naturales no logra hacer suficientes inspecciones en el terreno por intimidaciones y actos violentos de grupos armados presentes en el área devastada.<strong> Escuche el relato de Edgar Olaya, Director para la Orinoquía de PNN.</strong>5 municipios del sur del Meta concentran casi el 90% de la deforestación de todo el departamento. Varios de ellos fueron parte de la muy recordada "zona de distensión" para los diálogos de paz del gobierno<strong> Pastrana con las FARC.</strong> Se trata de <strong>Uribe, Vista Hermosa, Puerto Rico, Mapiripán y La Macarena</strong>. Este último tiene el triste liderazgo de la destrucción natural pues durante los últimos 8 años han tumbado y quemado al menos 93 mil hectáreas de bosques. S<strong>u alcalde, Herminso Cárdenas</strong>, cree que allí la falta de alternativas económicas ha llevado a unos 5 mil colonos a tumbar áreas protegidas para convertirlas en parcelas.<strong> Aquí su relato:</strong>El subcampeón de la tala indiscriminada en el Meta es<strong> Mapiripán</strong>, el mismo pueblo que el país vio llorar por una masacre ejecutada por paramilitares que llegaron con ayuda de integrantes de la Fuerza Pública. Allí están abriendo carreteras sin control en la puerta del Amazonas y las imágenes satelitales muestran cientos de parches de bosque talado que ahora son potreros de 200 hectáreas en promedio. En buena parte de la zona afectada por la creciente deforestación hace presencia la Cuarta División del Ejército. <strong>Escuche el diagnóstico de su Comandante, el General Antonio María Beltrán.</strong>En 2021, según datos todavía preliminares, la deforestación en el Meta se habría reducido 11%. Estamos hablando de la destrucción de 5 mil hectáreas menos que en 2020. La principal universidad de la zona no ha podido hacer un diagnóstico más detallado. La falta de recursos y los problemas de seguridad no sólo alejan a los guardaparques o a los funcionarios de Cormacarena sino también a los investigadores<strong>. Esto nos dijo la bióloga Sandra Parada de Unillanos.</strong>Diferentes fuentes consultadas por<strong> Caracol Radio</strong> calculan que en las zonas protegidas que fueron deforestadas en el Meta hay, al menos,<strong> 250 mil cabezas de ganado registradas ante las autoridades,</strong> pero un número equivalente estaría allí de manera irregular. No se puede responsabilizar a todo el gremio, pero hay ganaderos que están invadiendo tierra que no les pertenece y que es clave para el equilibrio ambiental del planeta. Hablamos con <strong>Eduardo Arias, líder del sector en el Meta</strong>, quien considera que hay un problema de tierras y no cree que el ganado sea la causa. <strong>Aquí lo puede escuchar.</strong>Hace pocas horas la reconocida ambientalista y académica <strong>Brigitte Baptiste</strong> reaccionaba a los infomes de <strong>6AM pidiendo más acciones del ICA</strong> y del gremio ganadero para ayudar en la solución del problema. Si hay control real y efectivo de los censos ganaderos, de la vacunación y de los registros para movilizar ganado en esta zona, podría desestimularse la <strong>“potrerización” de los bosques. <span>Escuche aquí otras posibles soluciones que sugiere Rodrigo Botero, el ambientalista que más seguimiento ha hecho a la deforestación en la región. Él lidera la organización FCDS (Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible.</span></strong>Varias entidades intentan desarrollar proyectos de conservación en los cuales pagan sumas mensuales a personas y familias para cuidar los ecosistemas. En ello ponen recursos la autoridad ambiental (Cormacarena),<strong> Parques Nacionales</strong> y la <strong>Gobernación del Meta</strong>. Resultan pequeñas cantidades si se comparan con los capitales ilegales de la coca o los dineros que quieren legalizar mediante actividades ganaderas.Sin suficiente presencia estatal en el territorio, con nuevos combatientes incentivando la deforestación para luego cobrar rentas ilegales y con escasos incentivos para la<strong> conservación el cáncer de la deforestación está lejos de ser curado.</strong>