La <strong>cidra o guatila</strong> es un fruto silvestre que varias generaciones en Colombia y otros países de América lo han consumido, pero cuyo valor nutritivo no ha sido bien apreciado y, por el contrario, ahora <strong>se ve como una planta menor</strong>, consumida por familias de bajos recursos económicos, por lo que<strong> la han bautizado como la</strong> “<strong>papa de pobre</strong>”.Pero ni es papa, ni es pobre en su importancia nutricional, según un estudio realizado en la <strong>Universidad del Quindío</strong>, que resalta su fácil cultivo, su adaptabilidad a diferentes climas y la forma de conservar esta especie vegetal.Hablamos en <strong>Al Campo</strong>, de Caracol Radio, con <strong>Clara María Mejía Doria</strong>, profesora de la <strong>Facultad de Ciencia Básicas del Programa de Química</strong> y candidata a doctorado por la Universidad de Quindío, quien resaltó que la cifra o guatila <strong>se produce con relativa facilidad</strong> en zonas húmedas y no necesita muchos cuidados.Señaló que en el estudio se analizaron tres categorías de cidra, básicamente relacionadas con la intensidad de sus colores y las propiedades nutricionales del fruto, e incluso de las hojas que también son utilizadas.Es una <strong>planta rastrera que poco se ha tecnificado</strong> y pese a que apenas está volviendo a hacer parte de la dieta colombiana, cada vez tiene más aceptación entre los chefs y gastrónomos, que desarrollan nuevas maneras de prepararla y mostrarla como un plato gourmet.Se cree que la cidra o guatila es <strong>originaria de México</strong>, la forma más cotidiana de consumirla es en ensaladas, pero tiene muchas opciones gastronómicas, incluso en snacks que están desarrollando a través de la investigación, según el relato de la profesora Clara María Mejía Doria, de la Universidad del Quindío, en la entrevista con <strong>Al Campo</strong>, de Caracol Radio, que puede escuchar en el audio anexo: