Lección de prehistoria acusatoria
La Fiscalía ha albergado a todo tipo de seres. No es nuevo el comportamiento del Barbosaurio que tiene tan sorprendidas a tantas personas
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Bienvenidos a la breve historia de la era fiscoleolítica. La Fiscalía General de la Nación ha sido un ecosistema que ha albergado a todo tipo de seres. No es nuevo el comportamiento del Barbosaurio que tiene tan sorprendidas a tantas personas.
Empezó con Gustavo de Greiff pero al poco tiempo fue desalojado porque la manada no admitió su avanzada edad. Entonces llegó Alfonso Valdivieso, un vigoroso cazador de elefantes que quiso saltar muy pronto al ecosistema presidencial pero terminó entregando su presa muy pronto.
Luego vino Alfonso Gómez Méndez quien enterró la presa pero presumió que no lo hizo.
En la breve historia fiscoleolítica, sin embargo, el proceso evolutivo es peculiar. La ferocidad de quienes le habitan cada cuatro años -a veces menos- aumenta. Vino Luis Camilo Osorio.
Mejor pasemos a Viviane Morales. Quien hizo todo para no abandonar el territorio. A pesar de las malas condiciones del clima político buscó mantenerse dentro de su cargo y, sorpresivamente, dentro de sus cabales.
Poco tiempo después saldría del cargo y de su pose de tolerante. Pero la naturaleza agreste de este entorno no se detiene y dio paso a la era de Mario Iguarán, un espécimen astuto de lengua corta.
Tras cuatro años, fue reemplazado por un espécimen de lengua larga... larga... Luis Eduardo Montealegre.
Y lo que vino luego fue ya es historia moderna. Néstor Humberto deforestó este ecosistema y allanó todo el terreno para que llegara el Barbosaurio.
Esta fue la breve historia de las eras fiscoleolítica que termina donde empezó. Con una frase del primer fiscal Gustavo de Greiff que a diferencia de todas las anteriores tiene más vigencia que nunca: "o se les quita el mercado a los narcos para que no tengan a quién vender o se les daña el negocio legalizando el comercio de droga".