Caja registradora
Insistía el señor registrador en meter 120 mil millones de pesos en la hoguera de unas inoportunas elecciones juveniles
Caja registradora
02:20
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://caracol.com.co/embed/audio/509/1591186709851/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
El pasado está pavimentado de ejemplos maravillosos de gente que va a contracorriente, que decide llevarle la contraria a la fuerza de las opiniones de las masas y de los hechos.
De hecho, contracorriente es una palabra bien gastada, sobre todo en épocas de lucrativo coaching, de acompañamientos y asesorías de crisis, de autoayuda, de superación personal...
Jesús iba a contracorriente, Madela iba a contracorriente. Rosa Parks iba a contracorriente. Ghandi iba a contracorriente. Lennon iba a contracorriente. Teresa de Calcuta iba a contracultura. Martin Luther King iba a contracorriente... y sí, para que vean que la historia hace estrambóticas excepciones, el registrador Alexander Vega, iba a contracorriente.
Le puede interesar: Atormentados
Insistía el señor registrador en meter 120 mil millones de pesos en la hoguera de unas inoportunas elecciones juveniles, mientras el país clama por recursos para lo que toca: salvar a la gente y salvar las empresas y el empleo.
El registrador iba a contracorriente de las preocupaciones de la Procuraduría.
A contracorriente de las investigaciones de la Fiscalía.
A contracorriente de las inquietudes de la Contraloría.
A contracorriente de las advertencias de la Corporación Excelencia en la Justicia.
A contracorriente del llamado de atención de la Misión de Observación Electoral.
A contracorriente de los ruegos de cerca de 40 organizaciones juveniles.
A contracorriente de las voces de la gente y de los periodistas.
A contracorriente, en suma, de la transparencia, de la ponderación y de la rectitud.
Lea tambien: Magistrada bien perfilada
En buena hora, como lo adelantamos ayer muy temprano en 6AM Hoy por Hoy, hubo reunión de Fiscalía, Contraloría, Procuraduría, Registraduría y Presidencia para lograr lo que era tan elemental y casi nos cuesta en energías lo que iba a costarnos en dineros públicos: suspender el proceso para las elecciones de Consejos Municipales, Distritales y Locales de Juventud.
Registramos con agrado que el registrador haya quedado inscrito en el registro de los que terminan entrando en razón. Y lamentamos la mala noticia para quienes, con pliegos a la medida, carrerones y sobrecostos, ya estaban celebrando la Navidad anticipada con la plata de los colombianos. No les funcionó la caja registradora.
Le puede interesar: ¿Libertad es presión?