En el balance de sus 100 días de gestión, el alcalde Rodolfo Hernández se declaró víctima de la “injusticia de la violencia”, primero por el secuestro de su padre, por el que pagó por su libertad, y por el posterior de su hija, hace siete años en Bucaramanga.En diálogo con los periodistas Diana Calderón, directora de Hora 20, Juanita León, de la Silla Vacía, y Fernando Quijano, de La República, el alcalde dijo que por su hija Juliana, de 29 años, las Farc han pedido dos millones de dólares que se niega a pagar.Hernández no cree que después de tres años de silencio absoluto pueda haber alguna posibilidad de vida de su hija. “Me canse de ir a los organismos de seguridad del Estado”, dijo desconcertado el alcalde.