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Fiscalía imputa cargos a presuntos implicados en atentado en Cúcuta

Los capturados según las autoridades fueron contratados por las disidencias

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Los responsables fueron identificados como Sebastián Moreno Maya, alias “Sebas” y su compañera sentimental Nayibe Alexandra Londoño Carrillo, Adrián Kaled Guzmán, Yuly Mileidy Mazo y Diego Felipe Maya González.

Las autoridades en el proceso realizaron las verificaciones y lograron constatar que algunas de estas personas tendrían antecedentes judiciales por tráfico de estupefacientes y hurtos. Respecto a alias Sebas, se estableció que, recientemente, recibió libertad condicional por un caso de homicidio.

La fiscalía general de la Nación, en un trabajo articulado con la Policía Nacional, avanzó con determinación en el esclarecimiento de la acción terrorista contra el aeropuerto internacional Camilo Daza de Cúcuta.

Esta acción con explosivos dejó tres muertos, entre ellos dos técnicos antiexplosivos de la Policía Nacional. En el avance realizado por un grupo especial de la Sijin, trasladado desde la capital del país, permitieron identificar y capturar a cinco personas, quienes habrían sido contratadas por las disidencias del frente 33 al mando de alias “Jhon mechas”, para definir la logística, así como preparar y activar dos artefactos explosivos.

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Las autoridades aportaron abundante evidencia técnica y física, cada uno de los detalles de la planeación y ejecución del acto terrorista.

En el recuento entregado al juez de control de garantías la fiscalía constato que Inicialmente, se acredito que, entre octubre y noviembre, Cristian Camilo Muñoz Manjarrez, quien murió en la acción criminal; Diego Maya y Nayibe Londoño viajaron de Medellín a Cúcuta y, al parecer, se trasladaron a zona rural de Tibú , donde se habrían reunido con jefes de las disidencias del frente 33 de las FARC y se comprometieron a ejecutar el atentado.

La investigación da cuenta de que se hospedaron en un hotel del centro de la ciudad y en dos casas ubicadas cerca del aeropuerto. Asimismo, se constató que, presuntamente, usaron una carreta para simular que vendían refrescos y poder acercarse a la terminal aérea para hacer vigilancias. La noche del 13 y la madrugada del 14 de diciembre, vestidos de negro, recorrieron en varias oportunidades las inmediaciones de la pista del aeropuerto. Pasadas las 5:00 a.m., dos hombres cruzaron la reja e ingresaron. A uno de ellos se le explotó un artefacto que llevaba en una maleta que cargaba en la espalda, y murió.

El otro explosivo, compuesto por cerca de 30 kilogramos de pentolita, estalló luego, ante la presencia de los técnicos antiexplosivos de la Policía Nacional, quienes murieron en la segunda explosión.