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Más de 1.000 niños sin clases por combates en Argelia, Cauca

Docentes aseguran que no es posible aplicar trabajos en casa o cátedras virtuales porque los menores están desplazados.

Los estudiantes duermen en cambuches, escapando de la guerra junto a sus padres. / Defensoría del Pueblo

Cauca

La crisis humanitaria que se registra en el municipio de Argelia, en el sur del Cauca, ha afectado el proceso académico de los menores de edad y en la actualidad más de 1.000 niñas y niños están sin clases.

El rector de la Institución Educativa de El Sinaí, Andrés Mosquera, lamentó la falta de atención por parte de las autoridades a esta situación y denunció que los estudiantes duermen en cambuches, escapando de la guerra junto a sus padres.

En este plantel, las clases fueron suspendidas el 2 de octubre, cuando se recrudecieron los hechos de violencia, “los niños dicen que tienen mucho miedo y pánico, están padeciendo muchas necesidades”.

Y es que desde hace más de 10 días se registran fuertes combates entre disidencias de las Farc, estructuras Carlos Patiño y Segunda Marquetalia, el ELN y el Ejército Nacional, situación que ha generado el desplazamiento forzado de cerca de 1.000 personas.


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“Es muy difícil permanecer en un lugar donde en cualquier momento se escuchan explosiones, ametralladoras, es el pánico, la zozobra y el miedo... y lo peor es que no hay esperanzas que permitan que la gente diga que esto va a tener un final o soluciones a corto plazo”.

Los niños que no han podido recibir clases pertenecen a las instituciones educativas Los Picos, La Playa, El Sinaí y La Belleza, sectores donde se han presentado fuertes confrontaciones.

“Se les está vulnerando el derecho a la educación, porque si bien nos han autorizado para que hagamos trabajo en casa y virtual, realmente esta no es una alternativa porque ellos están desplazados, no tienen conectividad y equipos necesarios”.

Las víctimas viven un drama, pues además de dejar las viviendas, cultivos y animales a su suerte, deben soportar las incomodidades de habitar en un polideportivo, dormir en colchonetas y subsistir con las donaciones.