Otra noche de terror en Bogotá
Se volvieron a presentar saqueos, buses quemados, daños a bienes públicos, abusos de la policía y enfrentamientos.
Otra noche de terror en Bogotá(Colprensa/Archivo)
Continúa la jornada de desmanes y protestas contra el abuso de la Policía en Bogotá, durante la noche hubo saqueos a supermercados, uno en Engativá Pueblo donde vándalos robaron un bus del SITP, lo estrellaron contra un supermercado y luego saquearon todo.
Otro saqueo ocurrió en el barrio Nogales de Suba donde también un grupo de personas ingresó por la fuerza y sacó todo de un supermercado. En el barrio Britalia de Kennedy, un banco fue saqueado, los manifestantes tumbaron la puerta entraron y sacaron computadores, muebles y cajas.
En la Avenida Ciudad de Cali con calle 109 otro grupo de vándalos robó un bus del SITP pero estos perdieron el control del vehículo se salieron de la vía y se estrellaron con una vivienda pero a su paso atropellaron una mujer que caminaba sobre el andén, ella murió minutos después. En Fontibón cerca de la zona franca un joven manifestante que trató de escapar de la policía fue atropellado por un vehículo particular, el hombre se recupera en un hospital.
Leer más:
Nuevas protestas en Bogotá contra la Policía
26 ONG piden que se suspenda al comandante de la Policía de Bogotá
"No se puede apagar un incendio con gasolina": Distrito sobre desmanes
Se registraron también varias denuncias de abuso policial, una de estas en Kennedy, allí quedaron grabados varios uniformados rompiendo las ventanas de las viviendas desde donde la gente les gritaba y les reclamaba.
En Fontibón y San Cristóbal también grabaron policías disparando de frente a los manifestantes, en uno de estos un oficial del ESMAD con una escopeta dispara varias veces a quemarropa a un hombre que era sostenido por otros dos uniformados. También hay otra grabación donde se ve a un policía con dos hombres de civil disparando.
En algunos sectores la comunidad evitó que vándalos atacaran los CAI, así sucedió en el barrio El Dorado de Engativá y en el CAI Calera donde los vecinos con un cordón humano evitaron que los vándalos atacaran.
