Manipuladores de alimentos que trabajan para el contratista del Programa de Alimentación Escolar (PAE) de Sincelejo <strong>piden el pago de los días que laboraron antes de la suspensión de clases por la emergencia sanitaria.</strong>En diálogo con <strong>Caracol Radio</strong>, un grupo de los afectados y que pidieron la reserva de su identidad, manifestaron que el dinero que les deben les hace falta para sobrellevar el aislamiento.Ante la escasez de dinero porque el PAE es su principal fuente de empleo, piden a la Alcaldía de Sincelejo que les tienda la mano y los incluya entre los receptores de mercados pues también son "población vulnerable".<strong>Los manipuladores no acuden a su lugar de trabajo desde mediados de marzo</strong>, cuando el Gobierno envió a los estudiantes a sus casas para evitar la propagación de la COVID-19. Solo alcanzaron, por orden de los rectores, a distribuir alimentos entre los estudiantes más pobres.El contrato del PAE de Sincelejo fue adjudicado por más de 7 mil millones de pesos a la Fundación Social Altagracia-Funsal, representada legalmente por Iván Gamarra.Este último le informó a <strong>Caracol Radio</strong> que avanza en el proceso de apertura de cuentas bancarias para los manipuladores con el fin de poder pagarles lo que les adeudan.“Pero debido a las restricciones que hemos tenido con los bancos, muy consecuentes con las circunstancias de salud por la que atraviesa el país y el mundo, se han atrasado un poco, pero creemos que, muy posiblemente, se les estarán cancelando los sueldos la próxima semana”, señaló el contratista.El PAE de Sincelejo debe brindar atención en 35 colegios y 96 sedes, a 33 mil 569 estudiantes, de los cuales 29 mil 95 pertenecen a la población mayoritaria y 4 mil 474 son indígenas.