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Abel 'El Tigre' Leal: leyenda del béisbol colombiano

Conozca la historia y algunas anécdotas del pelotero cartagenero

Abel 'El Tigre' Leal: leyenda del béisbol colombiano

Abel 'El Tigre' Leal: leyenda del béisbol colombiano(Cortesía Freddy Jinete)

Cartagena de Indias

*Por Freddy Jinete Daza

Abel Leal Díaz fue más que un jugador de béisbol; su liderazgo dentro y fuera del terreno de juego, su compromiso con su Bolívar y Colombia del alma, lo asumió con responsabilidad, fue el referente de una generación dorada.

Dicen que cuando muere el hombre nace la leyenda, pero Abel Leal, era una leyenda viviente del deporte colombiano, un cartagenero raizal que luchó contra la adversidad para cumplir con sus sueños, un auténtico icono del béisbol.

Llegó tarde al deporte que lo consagraría, curiosamente comenzó por Barranquilla, pero el destino lo tenía señalado para convertirse con el paso de los años en el estandarte del béisbol en Cartagena y Bolívar.

Por aquellas calendas todo niño que practicaba béisbol en Cartagena y Bolívar quería ser como “Abel Leal”, en el boxeo, otro de los deportes insignias de la región caribe, todos querían ser como “Pambelé o Rocky Valdez”.

Cuando Abel Leal defendía los colores de su departamento todos estaban confiados en la victoria, en cualquier momento sale el jonrón, decían en esa entonces, era la misma certeza de triunfo que transmitía “Pambelé” en sus defensas mundialistas.

Las historias, anécdotas y cuentos del “Tigre Grande” parecen extractadas del realismo mágico liderado en su momento por Gabriel García Márquez, las tertulias de los cartageneros, giraban en torno a la mítica figura.

En el célebre “jonrón asesino” del sábado 30 de septiembre de 1972, en el estadio “Rafael Hernández Pardo” de Santa Marta, hay una historia contada muchos años después por varios de los protagonistas al periodista, Alberto Agámez Berrío.

Francisco Tapias, Evaristo Martínez y Ascensión Díaz, querían ponchar con curva al “Tigre” cuando estaba en cuenta de 0-2, todos los fouls siguientes fueron con lanzamientos quebrados hasta que enderezó uno y todos saben lo que pasó.

La inspiración del “Tigre Grande” en aquel famoso juego luego de conversar con su compadre del alma, Humberto Bayuelo, no tiene comparación, en la celebración de los 50 años de la hazaña en la U de Cartagena, los protagonistas recordaban ese gran momento.

Su rivalidad con Atlántico tuvo ribetes históricos, pero su nobleza no tenía parangón, en los seleccionados nacionales todos los jugadores barranquilleros eran como sus hermanos, compartían los mismos sueños e ilusiones.

En el Campeonato Nacional de 1977 en San Andrés, Atlántico derrotó a Bolívar provocando un triple empate, el lanzador ganador del juego, René Morelo, le dijo a Edgar Perea: “yo tenía que ganar ese juego, le tengo cola a Leal y su equipo”.

Abel Leal rompió con todos los conceptos ortodoxos de la defensa en la esquina caliente y de la forma de colocarse en el “home plate”, jugaba adelantado en tercera, los narradores de la época, se deleitaba con los muchos outs que hizo tirando a “mano limpia”.

El estilo en la caja de bateo era único y exclusivo, bateaba adelantado y pegado al plato, muchos jonrones los pegó con curvas que no lograban desarrollar lo suficiente, pero cosas de la cibernética, también se iba para la calle con lanzamientos en rectas.

Leal lo dijo con precisión en muchas oportunidades con la seguridad que le caracterizaba: “pegué jonrones en todos los estadios donde jugué, menos en Japón” fueron 14 Series Mundiales y 19 Campeonatos Nacionales.

En su segunda Serie Mundial 1970 realizada en Cartagena y Barranquilla, fue el Campeón de Bateo superando a figuras de la talla de Wilfredo Sánchez, Félix Isasi, Luis Mercado, Julio Cuaresma, Vince Adimando y Juan Bonilla, entre otros.

Se llevó igualmente el título de bateo en cuatro campeonatos nacionales, tiene también la marca de 13 imparables seguidos en 13 turnos oficiales, Campeón Bolivariano, Sub Campeón Mundial Cuba 1971, Medalla de Bronce en los Juegos Panamericanos Cali 1971.

Su condición de líder la evidenció en muchos pasajes, cuenta su compañero de equipo, “Michi” Redondo: “en el Nacional de 1989 en Montería, el manager, Alejandro Lían, sacó del equipo a Jairo “Morochito” Martínez, por un acto de indisciplina y lo quería devolver”.

Leal mostró sus charreteras de general de cinco soles y no permitió que el joven lanzador regresara a Cartagena, se opuso a la decisión del manager, el tiempo le dio razón, Jairo “Morochito” Martínez le lanzó el juego final a Córdoba y Bolívar fue el campeón.

En varias ocasiones el “Tigre Grande” alzaba su voz cuando el equipo de Bolívar era hospedado en un hotel no acorde con su condición y/o la alimentación no era la mejor, protestaba ante el delegado de turno y conseguía los cambios respectivos.

Leal siempre se preocupó por tener a sus compañeros en las mejores condiciones posibles, exigía pero respondía con los múltiples títulos individuales y colectivos de Colombia y Bolívar.

Su mística, compromiso, amor, pasión, fuego en el corazón por los colores de su departamento y su país no tuvieron tacha, es un mensaje sublime para las nuevas generaciones.

Abel Leal nunca morirá, es un inmortal que permanecerá por siempre en la memoria colectiva del pueblo colombiano, su estampa de gigante siempre con el número 15 la recordaremos, la llevamos en el corazón.

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