Orpúa, más de cien años con la Minga, como práctica ancestral
De la pesca, viven los afro descendientes que habitan en Orpúa, sobre el río que lleva el mismo nombre y que hace parte de Pizarro, Chocó
Valle del Cauca
En medio de manglares, el mar pacífico y un ancho y profundo río, se encuentra San Lorenzo de Orpúa, un corregimiento del municipio de Bajo Baudó, al sur del departamento del Chocó, al cual solamente se puede llegar vía marítima.
Su muelle, construido en madera, es la entrada a esta población afro descendiente, que cuenta con 150 habitantes, de 65 familias, las cuales viven principalmente de la pesca, la agricultura y la madera, como casi la mayoría de las poblaciones ribereñas asentadas en el litoral del Chocó.
El corregimiento de Orpúa, se asentó hace más de cien años en este sector del municipio de Pizarro, luego de que el indígena Opua, de la comunidad Wounaan, cediera su terreno a los afro descentientes que llegaron en esa época en busca de un territorio, quienes luego de ubicarse decidieron agregarle a R a Opua.
Los pescadores inician su jornada de lunes a sábado desde las siete de la mañana hasta las seis de la tardea, para atrapar Camarón, Corvino y Bagre, que posteriormente vende a las pesqueras de Buenaventura y Cali.
Varios de los pescadores de Orpúa, aseguran que a veces se pasan semanas en el mar para pescar Corvina con malla grande y en ocasiones no se puede salir, ya que a veces llueve el año entero en esta zona del litoral chocoano.
“La pesca es la que ha sostenido a sus habitantes”, asegura Manuel Arturo, presidente del Consejo Comunitario del corregimiento de Orpúa, quien asegura que en su comunidad es muy tranquila, noble y muy amable.
Además de la pesca, sus habitantes cultivan el Maíz, Plátano y Coco, Maíz.
Salsa, reggaetón, charanga y vallenato, es la música que se escucha en esta zona del Bajo Baudó.
“Esto es lo que se escucha en este entorno. Los sábado desde las dos de la tarde hasta el amanecer vamos a bailar en las dos discotecas del pueblo: Cinco Estrellsa y Samba”, asegura Delsón Mosquera, uno de los jóvenes afro descendiente de esta población del municipio de Pizarro.
La Minga es una de las prácticas que aún conservan los afro descendientes del corregimiento de Orpúa, luego de más de cien años de estar asentados en las riberas del río que lleva el mismo nombre de la población: Orpúa.
“Heredada de nuestros mayores, la Minga es una práctica ancestral y que hoy en día se ve como una excelente práctica, ya que permite que los trabajos sean livianos, cómodos y productivos. Venimos luchando para sostener esa tradición, inculcándoles a los jóvenes, tanto en la escuela como en los hogares, ya que es una práctica muy bonita. Ojalá otras comunidades afros también la practicaran y que no la olviden”, recalcó Alba Rosa Sinisterra, habitante de este corregimiento sobre el Litoral Pacífico.
Orpúa, en donde hay pobladores con más de cien años, es el último corregimiento del Bajo Baudó, al sur del departamento del Chocó, está a tres horas vía marítima del municipio de Pizarro y entre diez y doce horas al Puerto de Buenaventura.