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Nuevo caso de envenenamiento animal en Medellín pone foco en el cuidado y la denuncia

Un hecho ocurrido en el barrio Santa Mónica, junto con testimonios de veterinarios y fundaciones, reitera la importancia de la atención oportuna y la denuncia de situaciones sospechosas.

De izquierda a derecha: Paz y Apolo, ambos de cuatro años.

Medellín, Antioquia

La muerte de dos perros en el barrio Santa Mónica (occidente de Medellín) ha reavivado la preocupación por presuntos casos de intoxicación y maltrato animal en la ciudad.

El hecho ocurrió en la madrugada del 25 de diciembre, cuando la cuidadora de los animales los halló sin vida al interior de su vivienda.

La propietaria, relató que uno de los patios de la casa tenía restos de comida mezclados con vidrios molidos y que, según la valoración de una veterinaria, se trató de un edema pulmonar por intoxicación.

Uno de los cuerpos fue enviado a estudios diagnósticos para confirmar la sustancia responsable. “Para nosotros no eran solo mascotas, eran parte de la familia”, expresó la cuidadora, quien calificó a Paz —una de las perritas— como un animal de apoyo emocional.

“Este caso nos ha dejado muy mal”, añadió, subrayando la incertidumbre que genera saber que animales cariñosos pueden verse afectados por hechos atribuibles al entorno.

La fundación Promesa de Amor, que rescató y acompañó a Paz durante varios años, también se pronunció. En su declaración, la organización afirmó que ninguna situación justifica que una persona decida acabar con la vida de un animal.

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“Los animales se han convertido en parte de nuestra familia. Paz era una perrita de apoyo emocional y verla morir así nos afecta profundamente”, señaló Valentina Sánchez, vocera de la fundación.

La organización también alertó sobre reportes reiterados de casos similares en Santa Mónica y mencionó que, aunque se han presentado denuncias ante la Policía Ambiental, la exigencia de necropsias —pruebas que suelen ser costosas para los tutores— dificulta que muchas de estas investigaciones avancen formalmente.

Frente a estos hechos, expertos clínicos señalan que las intoxicaciones pueden manifestarse de formas diversas y, en muchos casos, con signos que requieren atención inmediata.

Julio Aguirre, médico veterinario, explicó que los síntomas más frecuentes en perros y gatos expuestos a sustancias tóxicas incluyen:

  • Signos digestivos: como vómitos y diarreas
  • Signos neurológicos: cambios de comportamiento y convulsiones
  • Alteraciones cardiovasculares o hemorrágicas: según el tipo de toxina

Aguirre aclaró que los efectos dependen del tipo de sustancia y de la dosis ingerida, y que existen más de 20 moléculas distintas asociadas a intoxicaciones urbanas. “Hay tóxicos que pueden causar la muerte de forma inmediata y otros que actúan en periodos más prolongados”, indicó.

Respecto a la atención oportuna, el veterinario fue enfático: “Si un tutor nota signos anormales, no es necesario confirmar una intoxicación para consultar. Debe acudir inmediatamente al médico veterinario. Maniobras caseras como administrar leche o aceite pueden resultar contraproducentes y agravar los efectos de los tóxicos”.

Sobre las sustancias más frecuentes en zonas urbanas, Aguirre señaló que muchos casos están relacionados con productos de uso doméstico para el control de plagas, entre ellos:

  • Organofosforados (presentes en algunos insecticidas).
  • Anticoagulantes como warfarínicos (en venenos para roedores).
  • Piretroides (en productos contra mosquitos y otros insectos).

El contexto de estos hechos se observa dentro de una problemática más amplia que ha sido atendida por las autoridades.

La Fiscalía General de la Nación, a través del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (GELMA), ha reiterado ante medios y comunicados institucionales la importancia de documentar y denunciar los casos de maltrato animal para activar las rutas de atención y protección.

Las autoridades recuerdan que las denuncias pueden hacerse ante GELMA, mediante la línea 123 o ante la Policía Ambiental, aportando toda la información disponible —como relatos, registros fotográficos, videos o conceptos veterinarios— para facilitar la actuación institucional.

Casos como el de Santa Mónica buscan alertar a la ciudadanía sobre la importancia del cuidado preventivo, la atención temprana frente a signos de intoxicación y la denuncia oportuna de cualquier situación sospechosa, tanto en espacios públicos como en entornos residenciales.