Una familia pide la liberación de Jesús Antonio Pacheco Oviedo, secuestrado en Arauca desde mayo
Familiares denuncian falta de información y temen por el estado de salud de JJesús Antonio Pacheco Oviedo, desaparecido desde mayo en Arauca.
El hijo del secuestrado pide respeto por los derechos humanitarios y clama al grupo armado que permita el regreso de su padre a casa.
Tunja
Una familia colombiana clama por la liberación de Jesús Antonio Pacheco Oviedo, un hombre trabajador que fue secuestrado por el ELN el pasado 8 de mayo de 2025 en una zona rural del departamento de Arauca, cuando cumplía funciones propias de su trabajo. Desde entonces, su familia no ha vuelto a recibir pruebas de supervivencia en más de un mes, lo que ha incrementado la angustia y el temor por su integridad.
Nicolás Díaz, hijo del retenido y estudiante de la Universidad Santo Tomás de Tunja, relató que su padre fue interceptado por hombres armados mientras se encontraba junto a un compañero. “Mi papá estaba en el área donde tenía que cumplir con sus labores. De un momento a otro aparecieron hombres armados, identificados como integrantes del ELN, y se lo llevaron junto con dos carros de la entidad. Fue terrible”, dijo.
En los primeros días posteriores al secuestro, la familia recibió un par de pruebas de supervivencia y algunos mensajes en los que el grupo armado responsable confirmaba su retención. Sin embargo, con el paso de los meses, las comunicaciones se detuvieron por completo. “Hemos tenido muy poca información y eso nos preocupa bastante. Mi papá es un buen hombre y no debería estar pasando por esto. No saber nada es lo más doloroso”, afirmó Nicolás.
La Fiscalía General de la Nación ha mantenido contacto con los familiares, pero hasta ahora solo ha reiterado la necesidad de respetar la vida del retenido. Sobre acciones para garantizar su liberación o avances concretos en la investigación, no se conocen mayores detalles. “Nos dicen que se respete su vida, pero de la libertad no se ha mencionado nada”, dijo el joven.
El impacto emocional en la familia ha sido devastador. Nicolás describe un ambiente de miedo y angustia permanente. “Estamos consternados y aterrados por lo que está pasando. Intentamos mantenernos fuertes, pero la incertidumbre nos desgasta. Mi mamá y mis hermanos están muy afectados”.
El estudiante también hizo un llamado urgente a la comunidad, a las autoridades y, sobre todo, al grupo armado que tendría retenido a su padre. “Les pedimos que respeten la vida y los derechos humanitarios internacionales. Mi papá tiene algunas enfermedades y estas condiciones son peligrosas para él. Por favor, tengan consideración humana y devuélvanlo sano y salvo a su casa”.
Sobre Jesús Antonio Pacheco Oviedo, su familia lo describe como un hombre honesto, humilde y dedicado a su labor. “Es un trabajador de finca, cuida animales, nunca ha tenido problemas con nadie. Es respetuoso, noble. No hay nada que justifique que le hayan hecho esto”, aseguró Nicolás.
La familia insiste en su pedido, que también ha comenzado a ser acompañado por vecinos y allegados en Arauca y Boyacá: que el secuestrado sea liberado cuanto antes y pueda regresar al hogar donde lo esperan desde hace ya siete meses.