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Valentina Celis impulsa la ciencia con propósito humano en Estados Unidos

La historia profesional de la médico venezolana Valentina Celis es la de alguien que convirtió un talento académico excepcional en una herramienta concreta de servicio, primero junto a la cama del paciente y hoy, en 2025, desde la vanguardia de las enfermedades endocrinas raras en Estados Unidos

Valentina Celis impulsa la ciencia con propósito humano en Estados Unidos

Endocrinóloga y especialista en medicina interna con doble certificación del American Board of Internal Medicine, Celis personifica a la generación de médicos que entienden la ciencia como un proyecto colectivo y global.

Su vocación por la medicina no nació de un “llamado” durante su infancia, sino de una toma de conciencia progresiva. Ella misma lo resume así: «Diría que viene de una mezcla entre curiosidad, empatía y propósito». De niña fue la estudiante preguntona, la que buscaba entender cómo y por qué ocurrían las cosas. De adulta encontró en la medicina un punto de encuentro entre esa curiosidad intelectual y el deseo de tener impacto real en la vida de las personas. “Me di cuenta de que la medicina no era solo una carrera, sino un camino que me permitía unir la razón con la empatía, la ciencia con el servicio”, explica. Esa visión, más que una frase inspiradora, se ha convertido en el hilo conductor de toda su trayectoria.

Graduada de la Universidad de Carabobo como novena de una cohorte de 388 médicos, Celis salió de Venezuela con la determinación de revalidar su carrera en un sistema médico altamente competitivo. Se sometió al exigente proceso de los United States Medical Licensing Examinations y se formó en inglés académico antes de ingresar a la residencia de Medicina Interna en el Mount Sinai Medical Center de Miami Beach, con rotaciones en el Jackson Memorial Hospital, el hospital público más grande de Estados Unidos. Allí se entrenó en el manejo de patologías complejas y escenarios críticos, y vivió de primera mano uno de los capítulos más duros de la medicina moderna: la pandemia de COVID-19. Como residente, atendió a cientos de pacientes en salas de hospitalización, terapia intensiva y emergencias. Esa etapa, que ella describe como “muy desafiante”, consolidó su sentido de responsabilidad y su convicción de ejercer la medicina con compromiso incluso en los momentos más inciertos.

Tras completar la residencia, Celis dio el siguiente paso lógico en su vocación: profundizar en la endocrinología, especialidad que reúne exactamente aquello que más le interesa, la intersección entre la fisiología, el metabolismo y la salud pública. Ingresó al fellowship de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de la University of South Florida, con práctica en centros como Tampa General Hospital, Moffitt Cancer Center y el James A. Haley Veterans’ Hospital. En Tampa General, centro de trasplantes número uno del país por volumen, participó en el manejo endocrinológico de pacientes antes y después de trasplantes de páncreas, r/,iñón, hígado, pulmón y corazón, enfrentando trastornos metabólicos que muchas veces eran causa o consecuencia directa de la necesidad de trasplante. En Moffitt, uno de los diez mejores hospitales oncológicos de Estados Unidos, se especializó en tumores endocrinos raros y síndromes hormonales asociados al cáncer, trabajando en equipos multidisciplinarios que veían casos poco frecuentes y altamente complejos. En el hospital de veteranos, asumió un rol activo en la atención tanto de exmilitares como de miembros de las fuerzas armadas en servicio activo con enfermedades endocrinas, combinando consulta presencial, telemedicina e interconsultas electrónicas para garantizar acceso a especialistas a pacientes que nunca habían visto un endocrinólogo.

Su paso por estos centros no fue solo asistencial. Celis lideró e impulsó proyectos de quality improvement para mejorar procesos y resultados clínicos, desde aumentar el uso apropiado de ciertos fármacos cardiometabólicos hasta implementar protocolos de muestreo venoso adrenal y ampliar el acceso a sistemas de monitoreo continuo de glucosa en clínicas de atención primaria. Como Co-Chief Fellow organizó la planificación académica, diseñó programas de onboarding para nuevos fellows y reforzó la cultura docente del servicio. Además, realizó un promedio de diez e- consults semanales para otros medicos, multiplicando así el alcance de la endocrinología en sistemas hospitalarios.

En paralelo a su práctica clínica, Celis fue construyendo un perfil académico sólido. Ha participado en múltiples investigaciones y publicaciones científicas sobre enfermedades endocrinas raras, complicaciones metabólicas complejas y casos poco frecuentes en la intersección entre cardiología, oncología y endocrinología. Sus trabajos han sido presentados en foros como la American Association of Clinical Endocrinologists, la Endocrine Society y otros congresos nacionales, y abordan desde acromegalia atípica hasta diabetes inducida por inmunoterapia oncológica. Es, como ella misma se define, una profesional con “una vocación genuina por impulsar el progreso científico con propósito humano” y una firme creencia en “el valor del conocimiento aplicado: transformar la ciencia en impacto real para las personas”.

Ese énfasis en el impacto la llevó a dar un giro estratégico en su carrera: la transición de la práctica clínica directa al campo de Medical Affairs en la industria farmacéutica, un entorno donde la presencia de endocrinólogos sigue siendo escasa. Desde finales de 2024 y durante todo 2025 forma parte de Chiesi Global Rare Diseases, la división de enfermedades raras de Chiesi Farmaceutici, como Medical Science Liaison enfocada en acromegalia. En este rol, Valentina Celis utiliza su experiencia en consulta y hospital para diseñar e implementar estrategias médicas y educativas que amplifican su alcance geográfico y clínico. Su trabajo incluye el desarrollo de relaciones científicas con líderes de opinión, la organización de programas de educación médica continua, la participación en conferencias internacionales como AACE y ENDO, y la articulación de iniciativas como Visiting Professor Programs, Fellows Roundtables y programas de onboarding seguro para nuevos prescriptores.

Hoy, su jornada profesional ya no se limita a un solo hospital. Celis viaja, se reúne con líderes de centros académicos y comunitarios, visita equipos clínicos en distintos estados, revisa evidencia, apoya proyectos de investigación y colabora en la generación de datos del mundo real. Facilita la actualización de protocolos y colabora con médicos que tratan pacientes con acromegalia y otros trastornos endocrinos raros, ayudándolos a integrar los avances científicos más recientes en su práctica diaria. Desde esta posición, su voz ayuda a alinear ciencia, regulación y necesidades del paciente, en un espacio donde el conocimiento especializado puede cambiar por completo el pronóstico de una enfermedad.

El aporte de Valentina Celis a la comunidad médica de Estados Unidos se entiende mejor si se mira el contexto de su especialidad. La endocrinología es un campo con enorme demanda y número limitado de especialistas, lo que crea brechas importantes en diagnóstico y acceso a la atención. Ella misma lo explica así: su trabajo ha sido “parte de ese esfuerzo por cerrar esa brecha, primero desde la práctica clínica atendiendo pacientes con enfermedades endocrinas y metabólicas complejas, y ahora desde la industria farmacéutica, ampliando ese impacto a una escala mucho mayor”. En hospitales académicos, centros de trasplantes, el sistema de salud de veteranos y ahora en la industria, su objetivo ha sido el mismo: hacer que más pacientes, en más lugares, tengan acceso al conocimiento y las herramientas necesarias para recibir el diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado.

Su compromiso con el entorno médico estadounidense también se refleja en su papel como educadora y líder comunitaria. Ha sido mentora de residentes, representante de bienestar en programas de fellowship, voluntaria en centros oncológicos y organizaciones como la National Kidney Foundation, y participa activamente en sociedades científicas como AACE, la Endocrine Society, la American Diabetes Association y la Pituitary Society. En el ámbito académico, ha impartido conferencias sobre acromegalia, obesidad, diabetes y patologías endocrinas complejas, guiando tanto a médicos en formación como a otros especialistas. Valentina se visualiza a sí misma como “un punto de encuentro entre la ciencia, la educación médica y la innovación”, una endocrinóloga que ha convertido su formación académica y experiencia clínica “en una plataforma de impacto a escala”.

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En 2025, esa plataforma ya no es un proyecto, sino una realidad, hoy contribuye a fortalecer una especialidad crítica para la salud pública estadounidense. Su carrera enlaza distintos escenarios, desde un consultorio rural en Venezuela hasta hospitales de referencia internacional, pasando por la primera línea de una pandemia y la sofisticada red de la industria biofarmacéutica. A través de todo ese recorrido, Celis ha mantenido su brújula en el mismo punto: usar la ciencia con propósito humano, poner la endocrinología al servicio de quienes más la necesitan y demostrar, con hechos, el valor que el talento médico latinoamericano aporta al sistema de salud de los Estados Unidos.