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Estuve 3 meses en la zona de la tragedia en Armero: Alberto Rosas exdirector Defensa Civil, Quindío

El experto en gestión del riesgo recuerda la experiencia vivida por la erupción del volcán Nevado del Ruiz

Alberto Rosas, socorrista

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En el noticiero del mediodía de Caracol Radio Armenia seguimos escuchando historias de hace 40 años que ha vivido el país. El Quindío, como ya lo hemos escuchado, ni directa ni indirectamente, pues de alguna manera tan grave como le pasó a Armero, se vio afectado hace 40 años por la erupción del volcán Nevado del Ruiz más allá de la caída de ceniza por obvias razones.

Y hemos contactado a Alberto Rosas, que muchas veces lo hemos entrevistado aquí en Caracol para hablar de la gestión del riesgo porque pocas personas como él pueden contar que ha estado presente en las emergencias y las tragedias más dolorosas de este país. Entre ellas, la de Armero hace 40 años.

Fue director de la Defensa Civil cuando el terremoto de 1999 y hace 40 años también estuvo en la tragedia de Armero en la búsqueda, en rescate, atención de esta tragedia, la más grande que se conoce en la historia de nuestro país.

¿Usted qué estaba haciendo hace 40 años?

Hace 40 años yo en las horas de la mañana del día 14, porque yo me enteré pues de la situación fue el día 14 de noviembre de 1985. A las 6:30 de la mañana yo ya estaba en la oficina cuando empecé a escuchar la voz de alerta por parte del amigo Leopoldo, presidente de la Defensa Civil en Venadillo. Entonces, él hizo el reporte que la ciudad de Armero había sido afectada en un alto porcentaje.

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En ese orden de ideas, en razón a que habíamos hecho muchos seminarios y actualizaciones con relación a acciones a tomar en caso de un desastre por una eventual erupción del volcán Nevado del Ruiz y fue así como se tomaron diferentes conferencias sobre el particular.

En ese orden de ideas pues ya había como una especie de preaviso y en condición que la Defensa Civil Colombiana tenía unos planes de apoyo que correspondía ya para el caso de del Tolima, entonces estaría como apoyo, Boyacá, Cundinamarca, Quindío, Caldas.

Pero como Caldas tenía su propio problema en Chinchiná, entonces hubo limitación y recibí la orden de desplazarme con un personal a la localidad de Armero.

¿y usted llega allá? ¿Qué recuerda?

Inicialmente nosotros llegamos a un puesto de mando que había en la localidad de Lérida. Allí había una base de aterrizaje de helicópteros de toda condición e inmediatamente me hice el desplazamiento con mi personal en la ambulancia hacia el sitio donde empezaba el tema el problema en el barrio El Carmelo en ese momento.

Ahí iniciamos a trabajar y pues en realidad no, no sabía qué hacer por dónde desplazarse por cuanto pues no se tenía la organización respectiva, con mi gente la puse a disposición de los encargados ahí algunas personas que llevaron la vocería y nos pusimos a trabajar.

Ya posteriormente pues a mi personal le dieron la función de desplazarse como tripulantes de los helicópteros con relación a actividades de búsqueda y rescate.

Fue así como recuerdo una oportunidad que se desplazó un personal a cargo del voluntario Salomón Villareal y él se desplazó a un sitio donde había unas personas sobrevivientes, y como en las horas de la tarde estaba el cielo muy oscuro y no había visibilidad para el vuelo de los helicópteros, estos amigos les tocó amanecer allí y con mucho frío y pues sin ninguna clase de equipo porque no se tenía equipo especializado para eso, muchas anécdotas, en fin y bueno, ahí continuamos con nuestro trabajo en diferentes aspectos.

Estuve tres meses en la zona de la emergencia

Yo estuve a partir del 14 de noviembre del 85 hasta mediados de febrero del 86 en razón a que yo tenía la parte operativa de la defensa civil del Quindío y me pidieron de la dirección general que si me quería quedar un tiempo más y así lo hice.

¿Cómo califica esa experiencia?

Una experiencia muy interesante por ver varias etapas del tema, primero la cuestión de la búsqueda, la cuestión del rescate, luego el manejo de los pacientes, el desplazamiento, toda una operación muy interesante, valga la oportunidad, una gran experiencia como ya se ha sabido y las personas que han escrito sobre el particular determinan que fue que ha sido una gran experiencia y así lo hago yo como haber vivido como tal.

¿En qué hemos avanzado y todavía qué falta de acuerdo con su experiencia en gestión del riesgo?

Alberto Rosas: hemos avanzado bastante, en especial en las instituciones que están muy preocupadas por la situación, por la formación, por la actualización, pero todavía nos falta, una cuestión que se llama la voluntad política porque estamos ad-portas de un problema, un posible desastre por parte del volcán que lo no le hemos prestado la debida atención.

Yo recuerdo que por allá en el año 2010 elaboramos en coordinación con el ingeniero Luis Carlos Martínez, mi compañero de luchas, el plan de contingencia ante una eventual erupción del volcán Cerro Machín, se hizo ese plan y hasta ahora no sé si se habrá actualizado, habrá otra versión, en fin, pero lo cierto del caso es que no nos preocupamos por ese tema.

Nosotros como condición de humanos, entonces pensamos únicamente en la atención, más no en la prevención y eso es bien importante que se tomen las medidas pertinentes. Y en ese orden de ideas tenemos un vacío muy grande, la falta de voluntad política.

Tenemos que pensar en formar a la comunidad sobre gestión del riesgo

Alberto Rosas: nosotros tenemos que pensar también en la comunidad como tal en términos generales, las brigadas de emergencia de las empresas, los grupos de respuesta en las diferentes entidades, porque nosotros pensamos que el tema de la cadena de respuesta depende de las entidades de socorro, y no, el primer eslabón de la cadena de respuesta es la misma comunidad, los amigos, los vecinos, la familia.

Si esas personitas están enteradas del procedimiento que deben seguir, si saben algo de primeros auxilios, si saben algo de la información en relación con una eventual erupción de ese volcán para el caso del Machín, entonces necesitamos que haya capacitación en las juntas de acción comunal en los condominios.

Recordemos algo importantes y es el diálogo de saberes, averiguarle a nuestros abuelos que ya tienen la información que nos falta a nosotros.