Las vías de Santander se construyeron sobre terrenos inestables y aún no hay un plan de solución
Las carreteras de Santander se construyeron sobre zonas inestables.
Jaime Suárez, ingeniero geotécnico
Bucaramanga
Las vías de Santander están asentadas sobre suelos que se mueven año tras año, pero el Instituto Nacional de Vías (Invías) sigue sin una estrategia técnica que permita estabilizarlas.
El ingeniero geotécnico Jaime Suárez Díaz advierte que gran parte de la red vial del departamento fue trazada sobre coluviones, es decir, acumulaciones de tierra y roca que se desplazan lentamente y se reactivan cada temporada de lluvias.
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“Las carreteras de Santander se construyeron sobre zonas inestables. Lo más grave es que no hay estudios ni un plan de solución a largo plazo”, explicó Suárez, quien ha preparado una presentación técnica sobre lo que ocurre en la Transversal del Carare.
El ingeniero señala que Santander es un laboratorio de deslizamientos de tierra. En el sector de Zarandas, uno de los puntos más críticos, el problema se registra desde hace más de 50 años.
Aunque el terreno siempre ha estado en movimiento, el más reciente desplazamiento fue el más fuerte hasta ahora, con más de 50 metros de terreno afectado y cerca de 500 hectáreas comprometidas.
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Según Suárez, ese corredor acumula más de diez coluviones activos y cada año presenta nuevos deslizamientos.
“Zarandas siempre se ha movido, pero nunca con tanta fuerza. El problema es estructural: la vía está sobre suelos que naturalmente se mueven, y solo se hacen reparaciones temporales para habilitar el paso”, señaló.
Fenómenos similares se repiten en la vía Bucaramanga–Barrancabermeja y en el tramo Oiba–Barbosa, donde los deslizamientos también son frecuentes. Pese a ello, Invías no cuenta con estudios detallados ni obras definitivas para garantizar la estabilidad del terreno.
“Sabemos dónde están los puntos críticos, pero no se han estudiado ni priorizado. No hay un plan integral para atenderlos”, insistió Suárez.