Puede haber inconsistencias frente a la seguridad en Vive Claro: director de Idiger

Tras la cancelación del concierto de Kendrick Lamar el 27 de septiembre en Bogotá, Luz Ángela Castro, directora de OCESA Colombia, explicó en Caracol Radio que la suspensión se debió a fallas en la gestión de permisos con el IDIGER.

Señaló que el sistema único de gestión de aglomeraciones resulta obsoleto frente al alto número de eventos masivos que hoy tiene la ciudad, lo que complicó el trámite de firmas y autorizaciones.

En esta coyuntura, el director del IDIGER, Guillermo Escobar, pasó por 6AM, para exponer sus puntos de vista asociados a los inconvenientes de este evento.

¿A qué acuerdo se llegó, frente a la cancelación del concierto?

Para empezar, Escobar explicó que los acuerdos establecen la necesidad de contar siempre con información clara y oportuna por parte de los organizadores de eventos en Bogotá, de manera que las entidades distritales puedan realizar los análisis pertinentes y garantizar la seguridad de los asistentes.

Asimismo, señaló que el Distrito trabaja en la modificación del Decreto 599 de 2013, un proceso que ha requerido un análisis exhaustivo debido a los impactos que genera. También destacó que esta normativa afecta no solo al público que asiste a los eventos, sino también a la administración distrital y a los propios organizadores.

“Estamos haciendo una revisión total de la normatividad para que sea mucho más ágil y adecuada, con tiempo suficiente para que la información pública sea lo más oportuna”, agregó.

¿Por qué se habla de “exigencias de última hora”?

El director aclaró que no se trata de exigencias de última hora, sino de un proceso de verificación constante por parte de las entidades sobre la información entregada por los propietarios de los lugares donde se realizan eventos.

Explicó que, a partir de esa información, se hacen observaciones o requerimientos para corregir posibles inconsistencias y garantizar la seguridad.

Del mismo modo, sostuvo que la rigurosidad de estas validaciones aplica no solo para eventos masivos, sino también para situaciones relacionadas con fenómenos naturales. Recordó que antes del concierto de Paola Jara se hicieron observaciones que se han cumplido de manera responsable.

“De hecho, en el concierto de Green Day yo estaba debajo de las graderías; si fueran inseguras, no me hubiera metido allí para hacer las verificaciones que corresponden”, dijo.

¿Se va a modificar la manera como se hacen estos trámites para dar luz verde a la realización de los conciertos?

“Hay una ventanilla única, pero no sucedió que, a última hora, dijéramos: “no cumple”. Siempre estuvimos diciéndoles a los promotores, y lo hacemos con todos los que organizan eventos en Bogotá, que, con base en su información, necesitamos aclaraciones para poder garantizar condiciones de seguridad”, explicó.

Escobar también hizo énfasis en que el análisis de un evento no se limita a verificar si una estructura metálica puede colapsar, sino que debe contemplar todos los elementos presentes, como graderías, activaciones de marca, tarimas y demás instalaciones.

El funcionario manifestó que dentro de los planes de contingencia también se evalúa el comportamiento del público frente a distintas situaciones. Además, reconoció que en redes sociales se evidenciaron manifestaciones de incomodidad por parte de asistentes, lo que reforzó la necesidad de seguir garantizando la seguridad, Escobar añadió que el IDIGER cumple funciones de inspección, vigilancia y control, respaldado por certificaciones de ingenieros.

¿Por qué no se gestionaron rápido los permisos?

Escobar dijo que la evaluación de un plan de contingencia debe hacerse de manera integral, contemplando graderías, tarima y todos los aspectos de riesgo presentes en el lugar.

Por su parte, señaló que si la información no es clara ni oportuna, un funcionario no puede ignorar las condiciones presentadas por los organizadores. En este caso se emitió un concepto de ‘no cumple’.

El director resaltó que en cada evento se verifican condiciones estructurales, funcionales y de riesgo, como ocurre en conciertos o partidos de fútbol, donde siempre se exigen certificaciones y medidas de mitigación antes de autorizar la realización.

“Por más de que sea el mismo parque, siempre hay montajes diferentes, siempre hay condiciones diferentes y, cada vez que hay un evento, hacemos la revisión”, concluyó.