Altos riesgos de inseguridad alimentaria sufren los menores Emberá que se quedaron en Bogotá
El Distrito identificó a cuatro líderes indígenas que bloquean el acceso de servicios a los menores de edad.
Altos riesgos de inseguridad alimentaria sufren los menores Emberá que se quedaron en Bogotá. Cortesía: Alcaldía de Bogotá
Luego de que se adelantara el proceso de retorno de más de 568 indígenas Emberá que estuvieron asentados en Bogotá durante más de 3 años, la Alcaldía alertó que 295 no se acogieron a este proceso y decidieron permanecer en la Unidad de Protección Integral La Rioja.
Dentro de esos 295 indígenas son 161 los menores de edad que en este momento, según indica el Distrito, están en grave riesgo de inseguridad alimentaria.
“Esta situación se ha visto agravada por el bloqueo que algunos voceros de la comunidad Emberá mantienen al acceso de servicios sociales como los Centros Amar, jardines infantiles e instituciones educativas distritales”, señaló la Secretaría de Integración Social.
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Los voceros que estarían bloqueando el acceso a los servicios distritales serían Rosmira Campo y Leonival Campo han impedido el acceso al Centro Amar, mientras que Saúl Arias y Wilmar Arias han restringido el ingreso a jardines infantiles.
Solo 18 niños y niñas están asistiendo a los centros Amar, mientras que la mayoría no está recibiendo servicios para su bienestar y seguridad alimentaria.
Vale recordar que la UPI La Rioja no cuenta con condiciones adecuadas de higiene ni salubridad, y que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó su evacuación inmediata debido a los riesgos físicos.
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Además la alimentación disponible es insuficiente para cubrir los requerimientos básicos de los menores a.
La Alcaldía hace un llamado a los voceros indígenas y a las familias para que permitan el acceso pleno y sin restricciones de las niñas, niños y adolescentes a los servicios dispuestos.