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La mirada femenina de Caissa Martínez está cambiando el real estate finance en Estados Unidos

En un sector donde las mujeres latinas siguen siendo excepción en las mesas de inversión, Caissa Martínez ocupa la Vicepresidencia de Inversiones en North Bridge y aporta una visión doblemente valiosa: la de mujer y la de inmigrante

La mirada femenina de Caissa Martínez está cambiando el real estate finance en Estados Unidos

Desde ese asiento impulsa financiamientos C-PACE y ha participado en la originación y estructuración de más de mil millones de dólares a nivel nacional, con hitos como un préstamo de 108 millones de dólares para un activo retail en Las Vegas. Su rol no solo mueve capital; abre espacio para nuevas voces en una industria que durante décadas fue homogénea.

Su trayectoria respalda los resultados. Antes de North Bridge fue Associate Vice President en CIM Group, donde analizó y ejecutó diferentes oportunidades para adquisición, refinanciamiento y financiamiento de edificios comerciales y residenciales en mercados principales en Estados Unidos como Seattle, Los Angeles, Chicago, Nueva York, Dallas, entre otros, para diferentes estrategias de inversión. Lideró la compra de un multifamily de 390 unidades en Austin , gestionó más de 300 millones en financiamientos y coordinó desinversiones por arriba de 200 millones. Esa precisión financiera se sostiene en una base operativa sólida: en México lideró desarrollos residenciales y de usos mixtos, desde la adquisición de tierra hasta la construcción, y empujó la expansión de firmas locales a nuevos mercados. La combinación México–EE. UU. le da un radar comercial y cultural poco común para evaluar riesgo, capex y planes de negocio.

La formación acompaña el oficio. Caissa es MBA por Harvard Business School y cuenta con una maestría en Real Estate Development (finanzas) por Columbia University; es ingeniera civil por la Universidad Iberoamericana. Desde 2015 participa activamente en ULI Young Leaders y en Women’s Leadership Initiative tanto en Estados Unidos como en México, espacios que ha convertido en plataformas para acelerar su crecimiento y, sobre todo, el de otras mujeres.

Liderar como mujer en un mundo de hombres, dice, “es un desafío diario: a veces faltan sponsors con quienes identificarse y que apuesten por tu desarrollo”. Estar en la Vicepresidencia, sin embargo, le da la posibilidad de cambiar esa realidad desde dentro. Quiere ser parte visible de una generación con más presencia femenina y por eso participa en programas de mentoría en doble vía: guía a talento junior, comparte consejos prácticos y, al mismo tiempo, busca aprender de quienes la rodean. Cree en el poder de la comunidad y del networking entre mujeres; por eso asiste y promueve eventos donde se abren puertas, se comparten contactos y se construye confianza.

También reconoce los obstáculos de ser inmigrante latina en finanzas de inversión. Los asientos son pocos y se consiguen muchas veces por recomendaciones. Haber crecido y comenzado su carrera en México significó llegar a Estados Unidos con una red limitada. Lo compensó con trabajo paciente: capitalizó las plataformas académicas y profesionales de Harvard y Columbia, cultivó relaciones en cada transacción y convirtió el tiempo en tracción. La industria funciona por confianza; ella la ha ido ganando con disciplina, resultados y paso firme.

Su mirada se nutre, además, de la arquitectura. En México colaboró con estudios de alto perfil como Legorreta + Legorreta, JSA y Grupo Arquitectura. Esa experiencia le enseñó a leer el diseño y la ejecución con un estándar alto, una ventaja concreta cuando se trata de evaluar viabilidad, presupuestos y el potencial de un activo más allá del Excel.

¿Por qué importa su historia? Porque Caissa Martínez demuestra que es posible combinar rendimiento, visión binacional y liderazgo que multiplica. Sus números hablan de dominio técnico; su biografía, de resiliencia; y su presencia en la mesa, de un sector que empieza a reflejar mejor a las comunidades que financia. Cada transacción que cierra y cada mentoría que ofrece empujan en la misma dirección: un real estate finance más diverso, más meritocrático y, por lo tanto, más inteligente, pero eso si, con visión femenina.