La moda de segunda mano como opción ética, estética y sostenible
En el Día Internacional de la Moda Circular un llamado al consumo consciente y responsable en la industria textil
La moda de segunda mano como opción ética, estética y sostenible
La actriz, bailarina y cantante colombiana Bettina Dereser explicó en diálogo con Planeta Caracol la importancia de cultivar hábitos de consumo responsables en la industria textil, haciendo referencia a la moda circular y el creciente mercado de la moda de segunda mano.
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A propósito de la celebración del Día Internacional de la Moda Circular, Bettina Dereser, junto con su equipo de trabajo convocó en puntos emblemáticos de Bogotá a una protesta silenciosa en la que a través de un performance destacan la moda de segunda mano como una opción ética, estética y sostenible.
De esta forma, Bettina’s Closet desplegó la manifestación artística que recorrió desde la Avenida Chile, pasando por la iglesia de Lourdes, la Zona T, la Caracas, el Museo Nacional y hasta la Plaza de Bolívar, con el fin de visibilizar el impacto del consumo masivo y abrir un espacio de reflexión sobre la urgencia de prácticas responsables en la industria de la moda.
La marcha estuvo conformada por 17 participantes en total, quienes, a través de vestuario, silencios y símbolos, representaron tanto la alienación que provoca el sistema consumista como las posibilidades de transformación hacia un consumo consciente.
El performance se convirtió en un manifiesto por la moda circular, la moda de segunda mano. En la expresión artística urbana no se contó con consignas ni megáfonos, fue un performance en movimiento donde la indumentaria, el silencio y el cuerpo son los vehículos del mensaje.
Bettina Dereser reveló que lideró la marcha, al frente, llevó un sombrero rojo que simboliza la sordera y la imposición del sistema capitalista que incita a la compra compulsiva mediante redes sociales y plataformas internacionales donde la compra de artículos económicos provocan al cliente a comprar inmediatamente e irresponsablemente apoyando así a industrias internacionales que también incumplen los derechos laborales .
Este personaje vestía una camiseta blanca hasta el suelo con la frase “NO ME IMPORTA”, una respuesta del sistema de la compra excesiva a los consumidores que son quienes lo siguen (sus 5 marionetas o personas). De sus manos partirán 5 hilos rojos que atan a cinco participantes, representando al consumidor atrapado por las dinámicas de manipulación del mercado.
“Mi piel de primera, mi ropa de segunda”
Los 10 consumidores-marionetas, vestidos de blanco con frases estampadas en sus camisetas como “la epidemia actual de la inmediatez” o “Consumir por consumir es mentir a tu existir”, llevarán el rostro pintado de blanco y los ojos vendados con telas rojas, representando la ceguera del consumidor que compra sin pensar.
Tras ellos caminaron cinco figuras desatadas, que aún conservan hilos en sus brazos como símbolo de haber estado alguna vez atrapados en el sistema, pero que ahora representan alternativas responsables. En sus camisetas se leerán frases como “Mi piel de primera, mi ropa de segunda, la opinión de tercera” o “Pensar porque a mí sí me importa”, mensajes que promueven la moda circular y la compra consciente.
La protesta silenciosa de Bettinas Closet se concibe como una acción política y artística en el espacio público: un manifiesto contra la lógica de consumo masivo que reduce la moda a desecho y tendencia efímera. El silencio, las imágenes y el recorrido por lugares de comercio y de poder buscan confrontar la indiferencia, evidenciar la responsabilidad colectiva y abrir preguntas sobre cómo vestimos y qué historias cargan nuestras prendas.