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“La paz no puede depender de los criminales”: Federico Gutiérrez

El alcalde insistió en que la paz debe construirse desde la justicia y la protección de las víctimas, y no sobre beneficios para victimarios.

Foto: Cortesía

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El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, hizo un pronunciamiento desde Castilla, en medio de las intervenciones contra estructuras criminales que delinquen en la ciudad. Rechazó de forma categórica cualquier intento de negociación o beneficio judicial para grupos que, según dijo, siguen cometiendo delitos como extorsión, homicidios, desplazamientos forzados y reclutamiento de menores.

“Mientras sigan delinquiendo, el único acercamiento será cuando se les capture”, expresó el mandatario, quien dejó claro que su administración no respaldará ningún proceso de paz que implique excarcelaciones, blanqueo de capitales ilegales o beneficios jurídicos para cabecillas criminales que siguen operando desde las cárceles.

Según Gutiérrez, el 46 % de los homicidios ocurridos el año pasado en Medellín fueron producto de enfrentamientos entre estructuras delincuenciales, muchas de ellas con líderes recluidos en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí. “Siguen asesinando, extorsionando y reclutando menores desde prisión mientras hablan de paz”, denunció.

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El alcalde insistió en que la paz debe construirse desde la justicia y la protección de las víctimas, y no sobre beneficios para victimarios. Criticó propuestas recientes que plantean reconocer legalidad al patrimonio ilegal de estos grupos o permitir que no paguen cárcel a cambio de cesar su actuar delictivo.

“¿Cómo va a ser que la condición para dejar de asesinar y extorsionar sea que les legalicen sus fortunas ilegales? ¿O que queden libres? Eso no es paz, eso es premiar el crimen”, aseguró.

Gutiérrez también enfatizó en la necesidad de seguir golpeando con contundencia a las bandas criminales que operan en la ciudad y reiteró su compromiso de acompañar a los jóvenes que han sido reclutados por estas estructuras, pero sin descuidar a quienes nunca han delinquido.

“A esos más de 5.000 jóvenes que están en estructuras criminales yo mismo me encargo de ofrecerles oportunidades, como lo hacemos con el programa Parceros. Pero eso no significa quitarle nada a los jóvenes que siempre han estado del lado correcto”, afirmó.

Además, advirtió sobre otras dinámicas de violencia que también preocupan a su administración: los homicidios por intolerancia. Señaló que fechas como el Día de la Madre, Navidad o Año Nuevo figuran entre las más violentas del año, en muchos casos por riñas entre vecinos, familiares o personas bajo efectos del alcohol.

Finalmente, reiteró que Medellín mantiene una de las tasas de homicidios más bajas del país, con 12 por cada 100 mil habitantes, pero reconoció que se requiere el compromiso de toda la ciudadanía para sostener y mejorar estos indicadores.