Ni Nueva York ni Bruselas: Ciudad colombiana es considerada la capital del graffiti por sus murales

Por encima de ciudades como Berlín, Bristol, Nueva York o Bruselas, Bogotá es considerada como la capital mundial del graffiti por su vibrante escena artística urbana, su diversidad cultural y su apertura al arte callejero como forma legítima de expresión.

A diferencia de muchas otras ciudades donde el graffiti es estrictamente penalizado, en Bogotá ha existido cierta tolerancia institucional que ha permitido a los artistas desarrollar obras de gran formato y alta calidad en espacios públicos.

De esta manera, el grafiti artístico es permitido si se cuenta con autorización previa del propietario o de la entidad administradora del espacio.

Tenga en cuanta que en Colombia la realización de grafitis en espacios públicos o privados sin autorización no es un delito penal, pero sí constituye una infracción administrativa según el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana.

Esta norma establece que intervenir el espacio urbano sin permiso afecta la convivencia y puede resultar en sanciones como multas, la obligación de reparar los daños causados y la participación en actividades pedagógicas.

Transformación del espacio público

El arte callejero ha transformado la ciudad en una galería al aire libre, donde muros, puentes y fachadas cuentan historias sociales, políticas y culturales. También hay que decir que varios artistas se arriesga a pintar las paredes que no siempre están autorizadas, por lo que la capital colombiana está llena de graffitis.

Adicionalmente, la ciudad destaca por la variedad de estilos, técnicas y temáticas que abordan los artistas urbanos, muchos de los cuales son reconocidos internacionalmente.

Asimismo, eventos como el Festival Internacional de Arte Urbano y los recorridos turísticos de graffiti en zonas como La Candelaria han contribuido a consolidar a Bogotá como un destino artístico.

Otro punto que vale la pena mencionar es el asesinato del grafitero Diego Felipe Becerra en 2011, que marcó un punto de inflexión, provocando una reflexión social sobre la criminalización del arte urbano y generando un mayor respaldo a los artistas.

En este orden de ideas, la combinación de talento local, apoyo cultural y un contexto sociopolítico, ha hecho que Bogotá se destaque a nivel mundial en el arte del graffiti.

¿Qué es importante considerar sobre la capital mundial del Graffiti?

En primer lugar, un punto que muchas veces ha sido ignorado es la presencia del graffiti en barrios periféricos y zonas populares, donde el arte urbano cumple funciones comunitarias, educativas y de resistencia.

De esta forma, colectivos locales utilizan este arte como herramienta para narrar historias invisibilizadas, generar identidad barrial y denunciar problemáticas sociales.

También es relevante cómo algunos murales se actualizan constantemente, convirtiéndose en espacios vivos de diálogo visual.

Del mismo modo, Bogotá tiene una fuerte presencia femenina en el arte urbano, algo no tan común a nivel global. Artistas como Ledania han contribuido a visibilizar el trabajo de mujeres en un campo históricamente dominado por hombres.

Es importante considerar la relación entre el graffiti y la música, muchos artistas colaboran con raperos o colectivos de hip hop, fusionando lenguajes y mensajes.

Además, algunos murales han sido integrados en proyectos escolares y universitarios, mostrando cómo el graffiti en Bogotá también puede ser una herramienta pedagógica poderosa.

Zonas que se destacan por sus graffitis

Calle 26

Muchos de los murales que se pueden ver en esta calle fueron financiados por Idartes, como parte de un programa para resignificar el espacio público tras obras de infraestructura vial.

En este proceso fue determinante que los artistas tuvieron libertad temática, lo cual dio lugar a una mezcla de crítica política, identidad cultural y exploración estética en plena vía principal hacia el aeropuerto, generando una forma de bienvenida artística a la capital.

Distrito Grafiti

Esta locación está ubicada en la zona industrial de Puente Aranda, muchos murales están pintados en fachadas de fábricas aún en funcionamiento.

Esto genera una convivencia única entre el arte y la industria, y algunos trabajadores incluso participan o colaboran con los artistas.

Además, los muros se renuevan cada cierto tiempo, haciendo que la zona esté en constante transformación. Este lugar dio nombre a una estación de Transmilenio, ubicada sobre la Avenida de ‘Las Américas’ entre carreras 53 y 55. Puede acceder a esta por medio de un puente peatonal ubicado sobre la Carrera 53.

La Candelaria

Finalmente, y más allá del graffiti turístico, hay piezas ocultas en callejones o en techos que solo son visibles desde terrazas altas. Algunos artistas aprovechan esas ubicaciones para dejar mensajes más personales o experimentales, dirigidos a quienes observan con más atención.