Estados Unidos amenaza con nuevas sanciones a Venezuela si no acepta deportados
Marco Rubio advirtió que habrá “sanciones duras y crecientes” si Nicolás Maduro no permite un “flujo constante de vuelos de deportación sin excusas ni demoras”.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió que habrá "sanciones duras y crecientes" si Nicolás Maduro no permite un "flujo constante de vuelos de deportación sin excusas ni demoras". (Foto: Caracol Radio / Getty)
Estados Unidos amenazó este martes a Venezuela con “nuevas sanciones duras” si su presidente, Nicolás Maduro, no acepta a “sus ciudadanos repatriados” y le advirtió que no es un tema negociable.
“A menos que el régimen de Maduro acepte un flujo constante de vuelos de deportación, sin más excusas ni demoras, Estados Unidos impondrá nuevas sanciones duras y crecientes”, adelantó el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, en la red social X.
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“Venezuela está obligada a aceptar a sus ciudadanos repatriados desde Estados Unidos. Este no es un tema de debate ni negociación. Tampoco merece recompensa alguna”, insistió.
El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, ha lanzado una operación con el propósito de expulsar del país a los migrantes en situación irregular, a quienes acusa de ser delincuentes por haber entrado sin visa, y exige que los países colaboren.
Dice que su prioridad son los miembros de los cárteles de la droga mexicanos, la banda venezolana Tren de Aragua y la pandilla M-13 y los declaró organizaciones “terroristas” globales.
Tras regresar a la Casa Blanca el 20 de enero, el republicano mandó a su enviado especial Richard Grenell a Caracas y a Rubio a varios países latinoamericanos para incitarlos a aceptar la repatriación de sus nacionales.
Algunos como El Salvador, cuyo presidente Nayib Bukele libra una guerra contra las pandillas, se prestaron de buena gana. El salvadoreño incluso propuso detener a migrantes expulsados en una megacárcel en su país.
Otros, como Guatemala, aceptaron un aumento del número de vuelos de repatriación, pero Washington está descontento con el venezolano Maduro, a quien no reconoce como presidente legítimo del país caribeño.
Estados Unidos lo acusa de haber incumplido el ritmo de vuelos “acordado” y en represalia revocó la licencia que permitía a la petrolera estadounidense Chevron operar en Venezuela.
El 13 de marzo, Estados Unidos anunció que Venezuela aceptó reanudar los vuelos de repatriación, pero al día siguiente el gobierno venezolano dijo que no se concretó por problemas meteorológicos.