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Historia de la Feria del Millón: ¿cómo llevar arte a los no artistas? Diego Garzón y Juan Ricardo Rincón

Ampliar espacios artísticos para que cada vez más personas puedan acceder al arte fue la meta de estos dos jóvenes bogotanos que hoy son un referente en Latinoamérica por su proyecto: la Feria del Millón

Historia de la Feria del Millón: ¿cómo llevar arte a los no artistas? Diego Garzón y Juan Ricardo Rincón.

Historia de la Feria del Millón: ¿cómo llevar arte a los no artistas? Diego Garzón y Juan Ricardo Rincón.

Durante muchos años, el arte ha sido entendido como un lujo al que muy pocas personas tienen acceso. En la mayoría de las ocasiones, las obras se refugiaban en galerías y museos exclusivos al que solo recibían invitación las grandes personalidades del mismo sector.

En los últimos tiempos, esa exclusividad se ha vuelto cada vez más difusa y, aunque todavía hay círculos muy especializados, se puede acceder a diferentes tipos de arte sin necesidad de ser artista. La democratización del arte se ha convertido en un objetivo colectivo, especialmente por el poder que tiene para la movilización y concientización de la sociedad.

Este fue el principal motivo que llevó a que los bogotanos Diego Garzón y Juan Ricardo Rincón crearan la poco convencional, pero muy famosa Feria del Millón.

¿Cómo inició el proyecto, la Feria del Millón?

Hace 12 años, dos jóvenes bogotanos que, lejos de ser parte del mundo artístico, quisieron construir un espacio en la ciudad en el que personas que no hacían parte del sector pudieran acceder al arte que se estaba haciendo en la capital.

Todo comenzó cuando llegó un proyecto especial a las oficinas de Taller Paralelo, una oficina de jóvenes de arquitectura en la ciudad. Se trataba de una propuesta abierta de diseño para una fábrica textil de 13.000 metros cuadrados en la zona industrial de Bogotá y que llevaba 5 años en estado de abandono.

Como explicó Juan Ricardo Rincón, arquitecto y fundador de Taller Paralelo, en una conferencia en el CESA, la solución más fácil era derrumbar el edificio y construir allí oficinas; sin embargo, su intención era proteger el patrimonio industrial de la ciudad y en ese sentido decidieron mantener la infraestructura.

“Fue entonces cuando decidimos conmemorar el legado industrial de la ciudad, pero así mismo, hacerle un homenaje a las personas que habían trabajado allí durante años; todo esto, bajo una lógica más absurda, bajo una lógica de desarrollar todo esto a través de un centro cultural”, explicó en la conferencia.

La propuesta artística fue convertir aquel edificio en una gran exposición de obras de artistas emergentes. Se comenzó invitando a estudiantes de arte de la Universidad de los Andes y, más tarde, artistas emergentes de otras partes de la ciudad quisieron también ser parte de las exposiciones.

¿Cómo aportar al arte sin ser artistas?

Luego de ver el gran éxito de esas exposiciones, quisieron llevarlo a algo más grande: la Feria del Millón. Una feria poco convencional porque estaría pensada para un público no especializado y con una oportunidad de acceso más real financieramente.

“Entonces, nos empezamos a preguntar: ¿qué pasa si construimos un contenedor, plural, permeable, abierto, masivo y popular al arte? Pero no solo, eso: ¿qué pasa si, en lugar de hacer una feria en la que el arte se venda en precios inalcanzables, limitamos a que las obras no puedan costar más de un millón de pesos?”, explicó en su conferencia.

Según el cofundador de la Feria del Millón, su intención con ello fue captar a un público que nunca ha estado interesado en el arte, a un público masivo y popular, y con ello ayudar a las comunidades de artistas emergentes que necesitaban apoyo.

Diego Garzón y Juan Ricardo Rincón, aunque no son artistas de profesión, quisieron apostarle todo a ese proyecto que, aunque no contó con el aval de los grandes artistas (por salirse de lo convencional) hoy en día ha revolucionado el mercado del arte en Bogotá y, en general, en toda Colombia gracias a su proyecto.

En esta feria, han participado más de 2.300 artistas emergentes que han encontrado un espacio clave para sus procesos individuales. Hoy en día han expandido este proyecto a otros 4 lugares:

  • Cali
  • Medellín
  • El Caribe
  • México

“Yo creo que el liderazgo que nosotros tratamos de desempeñar es demostrar que la gestión cultural es posible en un país en el que la cultura siempre se ha visto menospreciada”, dijo Garzón. Hoy en día, estos dos bogotanos hacen parte de los 100 nuevos líderes de Colombia, un reconocimiento de Prisa Media.

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