Colombia agraria: retos y oportunidades para potenciar las exportaciones agrícolas
Colombia, con su vasto territorio agrícola y una riqueza natural inigualable, tiene el potencial de convertirse en líder exportador de productos agrícolas. Sin embargo, el camino está marcado por desafíos logísticos y barreras.
En el panorama agrícola colombiano, las exportaciones de productos como el café, el aguacate y los arándanos se enfrentan a múltiples desafíos que limitan su llegada a mercados internacionales. En El Futuro de la Colombia Agraria, de Prisa Media, expertos del sector compartieron sus perspectivas sobre dichos obstáculos y las oportunidades que tiene el país para consolidarse como un actor relevante en el mercado global de productos agrícolas.
Uno de los aspectos más destacados durante la charla fue la falta de una política pública coherente que favorezca una exportación diversificada. Según Ángela Serrano, profesora de Sociología en la Universidad de los Andes “la exportación no debe ser un fin en sí misma, sino un medio para mejorar las condiciones de vida de los colombianos”.
Serrano señaló que Colombia aún depende en gran medida de las exportaciones de petróleo y minería, con solo un 20% de sus ventas externas provenientes de productos agrícolas. Para ella, “es crucial que se promuevan políticas de exportación diversificadas, que incluyan productos agrícolas no solo tradicionales, sino también aquellos con alto valor agregado”.
Por su parte, Santiago Flórez, consultor en economía internacional, subrayó las grandes ventajas que tiene Colombia en términos de recursos naturales. “Tenemos una vasta frontera agrícola con 43 millones de hectáreas de tierra y agua suficiente para producir productos de alto valor”, afirmó, destacando que el país posee la capacidad de producir fruta los 365 días del año.
En contraste, advirtió sobre una paradoja prevalente en el país: “tenemos mucha tierra, pero no tenemos un mercado de tierras que permita su explotación eficiente”. Para el experto, la clave radica en cambiar la mentalidad y aprovechar las ventajas competitivas del país, algo que requiere visión y políticas públicas que fomenten la inversión en el campo.
Precisamente, Luis Fernando Vélez, experto en el sector del café, fue enfático al señalar que uno de los principales obstáculos es la mentalidad de los colombianos. “No creemos en nuestras capacidades. Eso nos limita como nación”, expresó. En este sentido, abogó por un cambio de enfoque que permita que los productores nacionales no solo produzcan para el mercado local, sino que apunten a la exportación con la misma ambición y eficiencia que los grandes actores internacionales. Además, dijo, es fundamental mejorar la infraestructura logística y simplificar los trámites aduaneros, que aún constituyen un obstáculo importante.
En cuanto a la calidad y la innovación, Serrano enfatizó en que los mercados internacionales requieren productos de calidad estricta, algo que resulta complicado para los pequeños productores. “Un aguacate Hass, por ejemplo, debe cumplir con estándares rigurosos de peso y apariencia, algo que solo los grandes productores pueden garantizar a través de tecnologías costosas”, explicó.
Por ese motivo, la profesora abogó por la innovación tecnológica y social, sugiriendo que los pequeños productores se organicen en asociaciones para implementar centros de acopio y sistemas de calidad que sean accesibles para todos.
Otra propuesta planteada durante la charla fue la de darle relevancia a las alianzas entre pequeños y grandes productores. En palabras de Flórez, “el pequeño productor no va a tener el volumen necesario para llegar al consumidor final, pero puede encontrar aliados en las empresas grandes, lo que facilitaría su inclusión en el mercado internacional”.
Finalmente, el experto se refirió las oportunidades que ofrecen las leyes de compras públicas, que reservan un porcentaje de sus adquisiciones para la agricultura familiar, pero reconoció que la implementación efectiva de estas políticas sigue siendo un desafío.