Fomentar el diálogo en jóvenes y en adultos mayores para eliminar estereotipos de la vejez
Se encuentra en cada sector de la sociedad los pensamientos negativos que se realizan frente a la etapa de la vejez. El diálogo intergeneracional ayuda a que disminuyan los pensamientos negativos que se tienen y se reconozca como un momento lleno de aprendizajes y enseñanzas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se considera adulto mayor a partir de los 60 años, sin embargo, en países desarrollados se contempla desde los 65 años. No obstante, la edad o categoría no define la capacidad o vulnerabilidad, pero sí hay un miedo en las personas de llegar a la vejez por vivir en soledad, reducción de la independencia y sentirse una carga para alguien más.
El doctor Robinson Cuadros, presidente del Comité Latinoamericano en el Caribe de la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría, estuvo conversando en Sanamente sobre los cuidados en el adulto mayor. Además, haciendo un llamado de consciencia a reconfigurar el lenguaje que se tiene sobre la vejez, alejando los estereotipos o comentarios negativos. “Se necesita generar una sociedad intergeneracional en donde los jóvenes y los mayores aprendan mutuamente. Hablar con los niños de las ventajas que tiene llegar a la vejez, cómo se quiere envejecer, en dónde y con quién; no hay una edad determinada para conversar de ello y se ayuda a fomentar un envejecimiento saludable”.
Llegar a la vejez es comprender los procesos biológicos, emocionales, mentales y cómo se actúa frente a determinada situación; en esta etapa uno se enriquece como persona, “no todos tienen el privilegio de llegar a una nueva longevidad”.
En cuanto a la prevención de enfermedades el doctor menciona “no hay enfermedades típicas de la vejez, en el transcurso de la vida se van generando malos hábitos que luego se expresa por medio de patologías cuando se es mayor. Sin embargo, es importante conocer el llamado reloj biológico, en donde cada órgano lleva un tiempo diferente: la piel empieza a cambiar a los 24 años, el músculo a los 35 años, la percepción de sabores de la lengua cambia a los 75 años”. Por eso, el autocuidado se convierte en un factor esencial, que lo compone: una alimentación balanceada, realizar ejercicios de resistencia muscular, mover el cuerpo por medio del baile o los estiramientos, tener un sueño reparador, generar relaciones sanas e incluso fortalecer la autoestima.
Así mismo, el Dr. Robinson deja un mensaje de reflexión al sector de la salud “en la medicina ven a los adultos mayores como personas complicadas, que nos quitan tiempo y que es difícil el abordaje en su salud. Pero se nos olvida ver la otra cara de las personas mayores que quieren seguir construyendo sueños, dejar un legado y ante eso, se enfrentan a familias que les cierran las puertas. Ahí, es donde surge la necesidad de conocer lo que realmente pasa en el proceso de envejecimiento y mejorar esa perspectiva”.