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Cómo explicar a un hijo que murió su mascota: Qué sí y qué no debe decir, según psicólogos

Le contamos la forma más responsable de afrontar este difícil momento, con el fin de que cuide a los más pequeños.

Fallecimiento de una mascota, imagen de referencia (Getty Images).

Fallecimiento de una mascota, imagen de referencia (Getty Images). / Carol Yepes

El duelo es difícil de afrontar, para un niño puede ser más complejo por la posibilidad de no entender completamente el concepto de la muerte y su permanencia. Esto puede llevar a confusión y ansiedad.

Cuando este tipo de situaciones pasan, es normal que los niños no cuenten con las herramientas verbales para expresar sus sentimientos de tristeza o pérdida. Al no exteriorizar estas emociones, puede haber cambios de comportamiento o problemas de regulación emocional.

Es importante destacar que la capacidad de los niños para entender el duelo, puede variar según su etapa de desarrollo. Los niños más pequeños pueden ver la muerte como un estado temporal, mientras que los adolescentes experimentan sentimientos más complejos y profundos.

Cuando se pierde a una mascota, se alteran las dinámicas familiares, esto puede generar inseguridad y desestabilización en los niños. Hay que tener en cuenta que los menores observan cómo los adultos manejan el duelo.

En el caso de que los adultos no procesen sus emociones de manera saludable, los niños pueden imitar esos patrones; llegar a sentir culpa o responsabilidad por la muerte.

¿Por qué el cuidado de sus hijos es importante en este tipo de situaciones?

Siempre hay que tener en cuenta que una mascota tiene un valor irremplazable. Para cualquier individuo, pero más para los niños, pueden existir lazos de compañerismo. Por lo que con el tiempo, se desarrolla un sentido de lealtad incondicional.

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Cuando un niño cuida de su mascota, aprende de empatía, responsabilidad y habilidades de cuidado, por lo que optimiza su desarrollo emocional. Hay casos en los que los niños se sienten más cómodos compartiendo sus pensamientos y sentimientos con sus mascotas, por lo que encuentran en esta relación un lugar seguro.

Adicionalmente, tener una mascota facilita la socialización con otros niños y adultos, lo que fortalece las habilidades sociales. También, la interacción con mascotas se ha relacionado con la reducción del estrés y la ansiedad.

¿De qué manera se debe abordar esta pérdida? ¿Qué debe decir y qué no?

El momento de darle esta noticia a sus hijos o a los niños del hogar es chocante y complejo debido a que no se sabe cuál será su reacción. Cada niño es diferente y procesa el duelo a su propio ritmo. Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones basadas en consejos de psicólogos:

Lo que SÍ se recomienda hacer:

  • En primer lugar, debe ser honesto, concreto y directo.
  • Es importante evitar eufemismos como ‘se fue a un lugar mejor’ o ‘Ahora está con papito Dios’. Es mejor utilizar palabras sencillas como ‘muerte’ y ‘morir’ para que comprenda de forma clara.
  • Use términos que pueda entender y evite detalles demasiado gráficos que puedan asustarlo.
  • Planifique la manera en la que revelará la información. Establezca un espacio seguro, tranquilo y privado donde el menor se sienta cómodo.
  • Permita que el niño o niña exprese sus emociones. Por nada del mundo, intente reprimir sus sentimientos. Anímele a hablar sobre lo que siente y escúchelo con atención.
  • Sea honesto al momento de responder sus preguntas. Hágalo de manera clara y sencilla.
  • Por favor, hágale saber que es normal sentir tristeza y que está ahí para apoyarlo. Se recomienda recordar momentos buenos al lado de la mascota. Es una buena manera de celebrar su vida (de la mascota).
  • También puede considerar un espacio para despedirse. Crear un ritual, como plantar una planta o hacer un dibujo, puede ayudar a concluir este ciclo.
  • Si usted nota que su hijo tiene dificultades para superar la pérdida, considere buscar el apoyo de un psicólogo.

Lo que NO se recomienda hacer:

  • Evite frases como: ‘es solo un animal’, ‘ya tendrás otra mascota’, ‘deberías superarlo pronto’, ‘te acostumbrarás a vivir sin él’ (o ella), ‘no llores, fue solo un animal’, ‘no debes estar tan triste’.
  • Cambiar de tema o distraer al niño.
  • Culpar al niño por la muerte de la mascota.

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