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Compromisos del Gobierno no llevan a una desintensificación de la violencia: Laura Furones

La asesora de Global Witness habló sobre lo que significa que Colombia lidere nuevamente el listado de países donde más líderes ambientales son asesinados.

Laura Furones, asesora principal de Global Witness. @Global_Witness

En diálogo con Hora20 de Caracol Radio, Laura Furones, asesora de Global Witness hizo referencia al informe que da cuenta del asesinato de 79 líderes ambientales en Colombia al 2023, “este dato nos da una perspectiva global de la situación peligrosa que enfrentan los defensores de la tierra y medioambiente”. De hecho, resaltó que se han documentado 196 casos de asesinatos en todo el mundo al 2023, “de esos casos, el 40% han sucedido en Colombia, es el país número uno con más asesinato de líderes ambientales y el caso es dramático porque no es la primera vez, pues cada año desde que iniciamos la documentación en 2012, el país tiene datos inquietantes”.

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Manifestó que el Gobierno tiene compromisos y declaraciones bienvenidas porque antes no se hablaba mucho del tema, “este era un tema grave e invisibilizado, es cierto que el Gobierno hace compromisos importantes y pone sobre el tablero político el tema de defensores, entonces, la primera cosa que toca hacer es reconocer que el problema existe y eso lo ha hecho el gobierno colombiano”. Incluso, recordó la importancia de la ratificación del Acuerdo Escazú para defensores, lo cual, facilita el acceso a la información y justicia, además, el hecho de ser anfitriones de la COP16. “Se reporta cifra asesinatos, pero el país también puede tomar liderazgo a nivel nacional y global para ver cómo abordar el asesinato de líderes sociales”, sin embargo, dijo que los compromisos que adquiere el gobierno por ahora no llevan a la traducción sobre el terreno de una desintensificación de la violencia.

Por último, detalló que América Latina en general tiene el deshonroso honor de salir como la región número uno en asesinato de líderes ambientales, muy por delante de cualquier otra región, “hay una realidad en la región y es que ser defensor es un deporte de alto riesgo, por una lado es una realidad que no podemos esconder, pero también es verdad el hecho de conocer muchos casos menos”.